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viernes, 22 de septiembre de 2023

LA DICTADURA EN LA IGLESIA Y EL ABUSO DE PODER

 

POR: CHEYCO CENTENO

        Siguiendo adelante con las compilaciones de datos subrayados por el pastor Centeno, en el librito del Seminario de Liderazgo Cristiano de 1974, para comenzar, quiero compartir con ustedes uno de los parágrafos, basados en el epígrafe titulado “LA INDIVIDUALIDAD”, con el subtítulo “El peligro de seguir a hombres”, y que dice de la siguiente manera: “Se nos aproxima una gran crisis. Si los hombres se rinden a otros hombres como ha sido la costumbre durante los últimos quince años, perderán sus propias almas; y por su ejemplo otros también se perderán” y también añade “Quiero decirle que no debe ocupar la presidencia de la Asociación mientras cree que debe amoldar la experiencia de otros, conformándolos a sus propias ideas, su curso de acción ha revelado que carece de una sabia percepción”.

        Francamente me gustaría poder realizar una compilación completa de todo lo subrayado por mi padre, y considero que él, se tomó el trabajo de subrayar estos textos de Liderazgo Cristiano, con el afán de nunca llegar a poseer estas deplorables características como dirigente. Después de haber leído este librito, he llegado a la conclusión de que, la iglesia adventista, intermitentemente ha sido mancillada por dirigentes con estas malas costumbres, pero Dios siempre ha logrado poner las cosas en orden, cuando existen personas o líderes conscientes dentro de la obra, que entienden que es necesario realizar un cambio radical.

        Las dictaduras eclesiásticas existen, y se manejan tal cual los regímenes totalitarios. Todos los elementos que componen este tipo de estructuras coercitivas se conjugan en una esfera de circunstancias que someten a las mentes más débiles, a una completa servidumbre. Cambian todas las disposiciones organizativas, destruyen las normas y estatutos cuando es conveniente, y reprimen toda amenaza a través del poder que los inviste.

        En nuestra iglesia se ha impuesto este estilo de gobierno eclesiástico, en Panamá. Para los que dudaban que tal modelo de liderazgo era imposible que se erigiera en una estructura religiosa, lamento decirles que, a cuenta de la autonomía que poseen todas las Organizaciones sin Fines de Lucro, sin una exhaustiva fiscalización, cada cual hace lo que se le da la gana, hasta que llega el momento en que unos pocos hombres y mujeres valientes, se atreven a meter el dedo en la llaga en el nombre de Cristo.

        Una dictadura se establece, cuando alguien que asciende al poder, llega al punto de reconocerse a sí mismo, como la única opción de esperanza para su pueblo, gremio o institución. Todos sabemos que la autoridad debe ser respetada, pero, cuando los dirigentes llegan a un punto de abusar de los subordinados y de su pueblo en general, es necesario levantar la voz y ponerle un alto a tanta hipocresía. En nuestra iglesia, a todas luces se ve que, ya no es el amor a las almas, sino el amor al poder lo que prima para nuestros dirigentes. No sirven de nada tantos estatutos si nadie los conoce, tenemos el Reglamento Operativo de la División que nadie lo conoce, también tenemos el Reglamento Operativo de la Unión, que tampoco nadie lo conoce, después viene el manual de iglesia, que en esencia es un modelo de control de la disensión en la actualidad, porque cuando se suscita un incidente que no está normalizado, inmediatamente corren a legislar sobre esta cuestión para no perder el control, y si alguno de los estatutos no es convenientemente privativo para someter a la hermandad, se busca la manera de modificarlo, para que tenga el suficiente peso de presión sobre la feligresía, y así limitarnos en nuestro rango de acción, dicho de otra manera, es necesario amordazar y someter a quienes quieran reclamar algo.

        Fuera de estos estatutos, principales, vienen los secundarios; esta la “Guía de procedimientos para Diáconos y Diaconisas”, también está el “Manual para Dirigentes de Iglesia”, le sigue la “Guía de procedimientos para Ancianos de Iglesia”, y tenemos también la “Guía de procedimientos para los Ministros”, sin embargo, estoy seguro que la gran mayoría de los pastores actuales, muchos de ellos ni siquiera conocen estas guías, y quizá ni las usen.

        El apóstol Pablo, siempre hablo de la valentía que él, y todo cristiano debían tener para enfrentar la maldad. Tenemos más de cinco años confrontando la maldad en la iglesia en Panamá, y hubo mensajeros de Dios que lo hicieron por mucho más tiempo que nosotros en el pueblo de Israel, pero nunca cejaron. La mayoría no defienden a la iglesia, defienden a los dirigentes porque ignoran las repercusiones que esta administración traerá para nuestro futuro, y obviamente, el dirigente no defiende a la iglesia, defienden sus intereses. Lo dije desde un principio y siempre lo sostendré, el problema de nuestra iglesia en Panamá es que, se necesita realizar toda clase de actividades mercantilistas, para solventar y subvencionar otros gastos, debido a que el diezmo y la ofrenda, solo alcanza para sostener las planillas, no hay que ser contador para darse cuenta de esto. Evidentemente todas estas actividades se hacen con una apariencia de espiritualidad, para no levantar sospechas sobre la verdadera razón, y para evitar que, si algunos de estos eventos soslayan las normas jurídicas, como en el caso de los préstamos a las iglesias, todo se pueda mantener al margen de las leyes de la nación, y esto incluso lo saben, hasta sus propios abogados, pero este tema lo abordaremos más adelante.

        Veamos las cosas dentro de su contexto. La mayoría nos dicen que nos creemos valientes, por acusar a los dirigentes, pero nosotros nunca los hemos acusado, más allá de pedirles explicaciones, porque este es un derecho de todos. No obstante, la mayoría dicen que somos atrevidos porque nos creemos valientes, la valentía es inherente a la seguridad que tenemos de que las cosas no deben ser como actualmente son. Estamos seguros que, en un diálogo de altura, con estatutos, Espíritu de Profecía y la Biblia en mano, muchas cosas deberían cambiar, pero eso no pasará, porque hay preguntas que no pueden ser respondidas, debido a que se basan en no hacer saber a la mano derecha, lo que hace la izquierda, en otras palabras, siempre será mejor guardar silencio, pero el verdadero adjetivo de esta situación ante un diálogo tal es, cobardía.

        Actualmente en las diferentes oficinas de nuestra obra en Panamá, hay secretarios que no conocen para nada sus funciones. Simplemente ostentan un título, y lo pavonean en todos los eventos y en todas las iglesias, sin conocer un ápice de los estatutos de la iglesia. Ganan un salario injustificado, y son una carga presupuestaria que no cumple ninguna función en la obra, más allá de simplemente ocupar una oficina, son incapaces de defender a la iglesia. Cuando surge un conflicto, necesitan ir corriendo a tratar de buscar en los estatutos, cómo solventar una situación en la iglesia, y siendo que no manejan la semántica interpretativa de los estatutos, muchas veces no saben cómo aplicarlos, o sencillamente los tergiversan a favor y conveniencia de los dirigentes, lo que les resulta positivo, cuando hacen su exposiciones delante de personas ignorantes.

        Ya que los dirigentes máximos no han querido dialogar con nosotros, o al menos con los hermanos que deseamos presentarles algunas inquietudes, ¿por qué no envían a los secretarios, incluyendo al de la Unión, como los voceros oficiales de cada oficina, a que respondan a todas nuestras interrogantes? Al menos así podremos realizar una interacción, que resulte en un acercamiento beneficioso para la iglesia, si de verdad desean una buena conciliación.

        Nótese bien que, en este contexto, estamos hablando de manejar nuestras diferencias con la obra, en el entorno de nuestros estatutos en medio de un diálogo espiritual, sin ninguna manipulación.

        Normalmente cuando los dirigentes se sienten acorralados, su mecanismo de defensa es, decir que se les está difamando, y por ende entonces recurren a sus abogados, que ni siquiera conocen bien los estatutos; pero lo que estamos diciendo en este artículo es que, resultaría conveniente un diálogo, con la esfera administrativa, y no con dos o tres que creen que deben de mandar sobre toda la mayoría. El triunvirato administrativo de la Unión, hasta este momento no ha tenido  respuestas para muchas de nuestras incógnitas, entonces, porque no hacerlo con todos los voceros de la obra en Panamá, los secretarios de campo, o ¿necesitan algo más de valentía?

        El método dictatorial no es funcional para Dios, dejará una estela de malas costumbres, y alguien deseará en algún momento, volver a enarbolar esa bandera. Todo dirigente en el pueblo de Israel con estas características, fue desechado por Dios, y hoy en día no será diferente. Invito a toda la hermandad a leer el libro “Liderazgo Cristiano”, especialmente el epígrafe “Cambiar al Dictador”, le permitirá tener un mejor panorama de nuestra realidad. El abuso de poder está estrechamente ligado con la dictadura, y son el caldo de cultivo de cualquier revolución, procuren el diálogo apreciados dirigentes para que nunca lleguemos a instancias de desprecio, que no permitan ninguna conciliación. El apóstol Pablo, haciendo alusión a las armas que debe tener el cristiano para defender su fe, y vencer los dardos del enemigo, específica en primer plano la importancia de la verdad y la justicia, estas deben ser las principales herramientas que nos identifiquen para poder conquistar el corazón de hombres y mujeres para Cristo. Si en nuestro medio prevalecen la verdad y la justicia, tengan por seguro que Dios estará entre nosotros. La justicia de Dios en última instancia, se basa en su ley inmutable, no pretendan nuestros dirigentes creer que las injusticias de ustedes, pasan desapercibidas para todos, porque principalmente Dios las ve, y muchos de nosotros también. Los estatutos erigidos por hombres que dicen que fueron inspirados por el Espíritu Santo, si son falibles y mutables como muchas veces lo son, no pueden, bajo ninguna circunstancia decirse que son la voz de Dios, hasta la sierva del Señor necesitó advertir a los dirigentes de la obra en aquella época, que por el rumbo que habían seguido, ya no podía considerarlos la voz de Dios, y que incluso le parecía una blasfemia que la Asociación General, utilizará estas palabras tan livianamente.

        Exhorto a los dirigentes a buscar el diálogo, antes de que sea demasiado tarde, y que se establezca un intercambio de altura, sometido al escrutinio de la palabra de Dios, y no de los estatutos falibles de los hombres. Los hermanos no son tontos, todos ven, pero muchos callan, no es tiempo de callar, es tiempo de hacer que nuestra fe prorrumpa en un discurso de verdad y de justicia, y no en los discursos homiléticos y demagógicos, que muchos dirigentes quieren hacer oír como la voz de Dios.

Que Dios les bendiga, apreciados hermanos. 

martes, 19 de septiembre de 2023

RESPUESTA A UNA TERRIBLE INQUIETUD

 

POR: CHEYCO CENTENO

SUMIDOS EN EL SILENCIO 

        El 13 de septiembre de 2023, se cumplieron dos años de mi exclusión de la comunión adventista. Sigo siendo y siempre seré un miembro de la Iglesia Adventista del Séptimo Día, por la convicción que hay en mi corazón. Nadie más que el pastor José De Gracia, el hermano José Smith, y el pastor Carlos Saldaña, necesitaban que Cheyco Centeno fuera expulsado de los libros de la iglesia. Yo había tenido la osadía de irrumpir en la tranquilidad que los abrazaba, al introducir el dedo en la llaga de temas que nunca han recibido una explicación, ni lógica, y mucho menos razonable. Se me acusó directamente de muchas cosas, y los miembros de la iglesia a la cual pertenecía, se confabularon con los dirigentes de la Unión, para que el objetivo de mi expulsión fuera una realidad.

        Después de dos años de la injusticia hecha en mi contra, decidí conversar con el presidente de la Asociación Central, pastor Eveth González, para que, de alguna manera, haciendo uso de su investidura, realizara un proceso de restauración de mi feligresía, con la independencia e imparcialidad que le permite el uso del Reglamento Operativo de la División, para impartir justicia, sin la mediación del presidente de la Unión. Evidentemente, y a falta de conocimiento, no solo de los estatutos y normas que lo autorizan, más allá de que exista una justa razón para mi restablecimiento, es notable el temor que el mismo presidente de la Asociación Central tiene, de actuar sin la autorización del pastor José De Gracia, lo que a todas luces indica que un poder despótico, controla toda la obra en la república de Panamá.

        Quiero compartir unas palabras de la hermana White suscritas en el libro (MPu 141.1), El uso despótico del poder—El cargo de una persona no la hace un ápice ni una tilde más grande ante la vista de Dios; el carácter es lo único que Dios valora. El poder despótico que se ha desarrollado, como si los cargos convirtieran a los hombres en dioses, me atemoriza. Es una maldición no importa dónde se lo use ni quién lo use. Este dominio abusivo ejercido sobre la heredad de Dios generará una aversión tan grande hacia la jurisdicción humana, que producirá un estado de insubordinación. La gente está aprendiendo que los que tienen cargos elevados no son dignos de confianza en el proceso de moldear y formar las mentes y los caracteres de otras personas. El resultado será la pérdida de confianza aun en la gestión administrativa de líderes fieles. Pero el Señor suscitará obreros que comprendan que ellos son insignificantes sin la ayuda especial de Dios...

        Lo que la sierva del Señor quiere manifestar en esta declaración es que, llegará el momento en que ese poder, que manejan los dirigentes déspotas, será sometido tarde o temprano por los subordinados, aquellos que han estado trabajando tanto tiempo en medio de un esclavismo administrativo, que no tienen libertad para ejercer su trabajo bajo el dominio de sus propias conciencias y su compromiso con Dios, sino que han estado sometidos y supeditados a la voluntad de un solo hombre que ha pretendido conducirse como un dios en medio de la congregación.

        He decidido salir del silencio, porque la iglesia lo necesita, y porque he sentido que Dios me ha sostenido, en medio de este exilio involuntario. Mi gran pecado, queridos hermanos fue, pedir a las dirigentes explicaciones por situaciones que claramente no son inherentes a las operaciones de nuestra iglesia, y que chocan con nuestros principios administrativos. Muchos me han dicho, no vas a lograr nada, pero no creo que haya sido así; hemos logrado abrir los ojos de quienes sí desean ver a esta iglesia en otro nivel espiritual. Todo apunta a que, si callamos, el programa mercantilista de la obra en Panamá seguirá galopando, hasta que un día, cuando ya no exista oportunidad de hablar, muchos despierten y digan, ya no tenemos oportunidad, porque hemos sido conducidos, por caminos erróneos, y nos hemos negado a reprender, amonestar y aconsejar a los dirigentes.

        Otros dirán, ¿quiénes somos nosotros para reprender, amonestar y aconsejar, a los dirigentes que Dios ha puesto? Queridos hermanos, todos estamos en esa posición, es negligencia nuestra no reprochar lo que está mal. El discurso generalizado es que, no debemos acusarnos los unos a los otros, porque es pecado, pero, ¿quién está hablando de acusar? Estamos hablando de reprender, de amonestar, y de aconsejar, sobre lo que se está haciendo mal para que se deje de hacer, a esto es a lo que se refiere el Espíritu de la Profecía. La mayoría de los dirigentes de Israel, fueron, reprendidos, amonestados y aconsejados incluso, pero no me extrañaría que a estas alturas Dios ya hubiera endurecido el corazón de los dirigentes de Panamá, tal y como lo hizo con el Faraón.

        Un espíritu de insensibilidad se ha tomado la administración en Panamá. Por mucho tiempo, mientras mi padre vivía, tuve la oportunidad de ganar muchas almas para Cristo, prediqué, hice campañas, organicé campañas, y por un momento pensé que no había hecho nada, porque muchos me criticaban, diciendo que, en vez de estar acusando a los líderes, debía estar predicando el mensaje, pero ahora entendí, que mi anterior trabajo no fue en vano, y pude llegar a discernir, entre lo que está bien y lo que está mal, pero ahora me ha tocado ser la voz de quienes quisieran hablar, pero no lo hacen por temor a ser expulsados. Ciertamente mi anhelo sería, poder colaborar en la obra de Dios en la actualidad, pero si tengo que sacrificar la individualidad de mi pensamiento para someterme a la voluntad de los dirigentes, y tener que guardar silencio, quiero creer, que el mensaje que Dios me envió el domingo posterior a mi exclusión de la iglesia, el cual leyó mi hija con una sonrisa en el rostro, indica que Dios no me iba a abandonar, el título de esa noche, incluso dio esperanza a mi familia, pues el título decía “SER MIEMBRO DE LA IGLESIA NO GARANTIZA LA SALVACIÓN”. Hoy más que nunca considero que fue un mensaje de consolación de parte de Dios para mí, esto no fue ninguna casualidad.

        No importa cuánto tiempo tome, para que esta corrupta administración de Panamá en nuestra iglesia, sea despojada del poder, Dios siempre va a estar al control, pero eso no debe impedir que declaremos el pecado que hay en la iglesia.

        Escribir este artículo, fue una meditación de muchas noches de insomnio, pero hoy 19 de septiembre, fue el punto de inflexión, que me llevó a arrodillarme ante mi Dios, y pedirle sabiduría, para escribir estas palabras. Sé de muchos pastores que oran porque la administración de la Unión sea removida, pero yo les digo que tengan paciencia, porque Dios tiene un día para todos. Mi responsabilidad ante Dios, nunca ha sido expulsar a los dirigentes, eso es lo que muchos han esperado, pero lamento decepcionarlos, porque realmente lo que Dios me ha permitido hacer, es, reprochar lo que está mal, y si dos o tres escuchan y son impresionados por el Espíritu Santo, me doy por bien servido, porque he cumplido con mi responsabilidad. En Israel siempre hubo quien gimiera y llorara por las abominaciones del pueblo, hoy en día no será diferente.

        Una de las razones por las cuales, decidí escribir este artículo, y dejar de guardar silencio, fue porque, entre mi hermano y yo, decidimos clasificar los libros de mi padre para vender muchos de ellos, para que no se vayan a dañar, y beneficien a otros que quizá los estén necesitando, y cual no fue nuestra sorpresa, al encontrar un pequeño libro diseñado para un seminario de “Liderazgo Cristiano”, del año 1974, realizado por la División Interamericana. Lo curioso es que el libro tiene subrayados, muchos parágrafos, que, en síntesis, revelan, todo lo que hoy en día estamos viendo de malo en las administraciones de la organización.

        El discurso maestro de los dirigentes de hoy en día, es que, la organización siempre existirá, mientras sea necesario, y esto verdad; pero la sierva del Señor, menciono un tiempo cuando ya no existirá obra ministerial, pero este argumento prefieren pasarlo por alto. Es importante el estudio de la Palabra de Dios y del Espíritu de Profecía, pero es aún más importante comprenderlo todo en su contexto completo. Muchos solo leen un parágrafo o un texto que les conviene, pero es indispensable que vayamos más allá de una superficial investigación, para sostener un argumento.

        Apreciados hermanos, no quiero ser el miembro incómodo que solo mira lo malo, nuestra iglesia aún conserva muchas de las cosas buenas que la han hecho grande, pero para todos aquellos que andan por allí levantando falsos testimonios acerca de mí, al respecto de si soy un disidente o no, o que si estoy formando grupos. Les cuento que desde que fui excluido de la iglesia, aún me congrego, todos los sábados junto a mi familia, en uno de estos templos, no ando formando grupos, ni esparciendo rumores, porque siempre he manifestado mis puntos de vista abiertamente, para ser cuestionado, pero deploro las mentiras contra mi persona.

        Esperé pacientemente durante dos años para que se me hiciera justicia en la iglesia, pero durante este tiempo de silencio, he visto toda clase de ultrajes administrativos, y ninguna pizca de arrepentimiento de parte de los dirigentes. Ciertamente ellos dirán que nosotros elevamos una demanda contra la administración, pero esta demanda obedeció a un mecanismo de defensa, que se activó cuando recibimos una carta en la que se aseguraba que, la administración de la Unión, había procedido a realizar las correspondientes querellas contra todos los que estuvieran difamando a los dirigentes, incluso la carta dice que nosotros debíamos responder por nuestros delitos; en otros sentidos esta argumento, mínimo, expresaba que nosotros hemos cometido delitos a los interno de la iglesia, cuando verdaderamente lo único que estábamos haciendo, era, solicitar explicaciones por ciertas anomalías administrativas, pero obvio, y como siempre ha sido, nunca explican nada cuando hay situaciones comprometedoras que puedan convertirse en escándalo público.

        El librito del seminario que mi padre subrayó con tanta asertividad, me trae a la mente las palabras de las Sagradas Escrituras que dicen: “Bienaventurados los que de aquí en adelante duermen en el Señor, porque sus obras con ellos siguen”. Hasta cierto punto cuando mi padre descansó, me sentí solo en esta lucha. Él sentía un profundo dolor por ver todo lo que está sucediendo en la obra actualmente, y cómo el espíritu de insensibilidad se ha apoderado de la dirigencia. Ahora puedo ver que Dios en ocasiones me ha hablado a través de los estudios que hacía mi padre, múltiples biblias subrayadas, incontables libros marcados, cantidades innumerables de libretas y cuadernos de notas y sermones, y toda la colección del Espíritu de Profecía de los antiguos textos sin adulterar que nos obligó a leer, cuando aún no sabíamos la trascendencia que tendrían para nuestra formación espiritual. Muchos de los actuales pastores no saben lo que esto significa. Ahora entiendo que Dios usó a mi padre para ganar miles de almas para Cristo, y luego lo puso a descasar, porque no era su responsabilidad hacer lo que ahora nos corresponde a nosotros, procurar que la iglesia despierte, y en vez de poner sus ojos en los dirigentes, pongan su vista en Cristo Jesús. Las profecías se están cumpliendo, los pastores adventistas ya no le están predicando al mundo la verdad del sábado, solo se jactan de ver como nuevos pastores evangélicos se han convertido, y ahora son ellos, los pastores evangélicos los que hablan y dan testimonio de la verdad del sábado, que ironía y que vergüenza, ¿será que están comenzando a aparecer los obreros de la hora undécima?

        Apreciados hermanos, cuando fui excluido de la iglesia, entendí algo que espero quede grabado en las mentes de quienes lean este artículo. Existen dos clases de adventistas, aquellos que están en la iglesia por convicción y harán todo lo posible porque la iglesia no se corrompa, y aquellos que están en la iglesia por conveniencia, porque creen que guardar silencio para pertenecer a la congregación, es lo único que los va salvar, y aceptan todo tipo de corrupción sin discernir la diferencia entre lo que está bien y lo que está mal.

        El tiempo se termina queridos hermanos, y lamento decirles que no importa si estoy dentro o fuera de los libros de la iglesia, no consentiré nunca con la injusticia, ni la abominación, no soy perfecto es verdad, pero lucho para buscar la salvación de mi familia, nunca he promovido que abandonen la iglesia, pero sí he promovido que luchemos por abandonar el pecado en nuestro medio. Dios permita que este mensaje cale en lo profundo del corazón de quienes siempre han estado dudando, de si es correcto o no, dirigir un reproche a nuestros dirigentes, no pongan dudas en su corazón, porque el día de mañana, Dios podría reprocharnos a nosotros por ser negligentes, que Dios les bendiga. 

jueves, 2 de marzo de 2023

CORRUPCIÓN ADMINISTRATIVA, Y CONTAMINACIÓN DOCTRINAL, 2DA PARTE

 


POR: CHEYCO CENTENO

CONTAMINACIÓN DOCTRINAL

Uno de los puntos más importantes que dan sentido a la identidad de un cristiano es: llevar una vida práctica, fundamentada en el conocimiento adquirido de la Palabra de Dios. Todos los fundamentos doctrinales deben emanar directamente de esta fuente; los mensajes que Dios ha enviado a su pueblo están claramente estipulados en las Sagradas Escrituras. Nuestro estilo de vida está supeditado a lo que dice la biblia, por lo tanto, elaborar un libro que nos diga que es lo que debemos creer para ser adventistas es, poner una mordaza a los labios de cada feligrés, y atentar contra la conciencia individual. Estas directrices están denominadas como Creencias y Doctrinas, y sin lugar a la menor duda quizá fueron elaboradas con un doble propósito, hacer regir la conducta de cada adventista a la luz de estos credos, o explicar bíblicamente cada credo de este libro para dar credibilidad a estas creencias y doctrinas. Sabemos que la mayoría de estos credos, dogmatizan obligatoriamente el pensamiento, y prácticamente obligan a cada feligrés a regirse indiscutiblemente por ellos. ¿Qué queremos decir con lo anterior? ¿Está mal tener que apoyarnos en una declaración de creencias y doctrinas para proteger nuestra identidad? No, bajo ninguna circunstancia está mal, pero no hace falta crear otro libro para creer en el adventismo sabático, que es nuestra gran verdad, para poner este libro como el principio de nuestro cristianismo. No existe otro libro que pueda tener preeminencia sobre la biblia para conocer y albergar la verdad; el hombre puede equivocarse en sus publicaciones, pero Dios no. La biblia debe ser nuestro único credo y manual de conducta, no puede ser manipulada, a menos que se saque de contexto con propósitos definidos de controlar la conciencia de los hombres, y este es el gran error que conlleva el tener credos que nos identifiquen, cuando sabemos perfectamente que la iglesia adventista era ampliamente reconocida mucho antes de esta declaración de creencias y doctrinas en la década de 1980, y todo esto porque nuestro único manual era la biblia y el Espíritu de Profecía. Si el propósito de nuestras acciones, no está motivado por la palabra de Dios, y requerimos de un esquema de doctrinas y creencias extra, entonces no estamos estudiando la biblia; el problema de la conducta no tiene que ver con la biblia o el libro de la 28 creencias y doctrinas, sino con que practiquemos lo que se dice, no sea que realizando tantos argumentos para ponerle las cosas fáciles a los feligreses, caigamos en el error de violar nuestros propios estatutos, bajo la excusa de que, “las reglas se hicieron para romperse”.

Ahora bien, estamos atravesando una crisis de identidad, porque hemos puesto nuestra confianza en las publicaciones de los hombres. Muchas de estas creencias y doctrinas, son fácilmente cuestionables, porque hay falencias humanas contenidas en ellas. La interpretación hermenéutica de muchos de los textos, se descompone cuando le dan un sentido ambiguo, como en el caso del sostenimiento de la obra, con el término “Mayordomía”. La palabra de Dios exegéticamente bien estudiada, rompe con muchos paradigmas, que sirven como herramientas para debatir y cuestionar estos dogmas, pero simplemente se usan los versículos convenientes. Si el libro “Las 28 creencias” que esta basado en 6 doctrinas, es ahora nuestro manual de conducta, y la iglesia sigue cambiando para detrimento de la misma, para qué tenemos 28 mandamientos, si lo único que Dios nos dejó para obtener la vida eterna fueron diez.

La contaminación doctrinal de la iglesia se deriva de la ignorancia de los últimos pastores, que prefieren diseñar una iglesia moderna e irrestricta, que mantener los principios elevados de una obra pura y sin mancha tal y como Dios nos la dio. Toda la liturgia de la iglesia se ha secularizado, porque quienes tienen la responsabilidad de enseñar los principios en los que se basa nuestra iglesia, han alterado todo, con el afán de alcanzar a las almas con métodos diabólicos, y esto no lo digo yo, lo dice la sierva del Señor.

Los aplausos, la gritería, las silbatinas, el espectáculo del mundo, todo se ha traído al seno de la iglesia con vanas sutilezas. Ministros que sugieren a la feligresía demostrar sus emociones para apoyar a sus representantes en competencias de predicación o de canto, no entienden que al final, la competencia se hace más importante que la enseñanza. Muchos de ellos han olvidado que en donde dos o tres se encuentren reunidos en el nombre de Dios, allí está Dios en medio de ellos, pero sobre todo se han desentendido del principio de la santidad en la presencia del Señor. Todo lugar en el que a Dios se alabe, se convierte en un lugar santo, por lo tanto, se debe guardar la debida reverencia; pero a ellos ya no les importa eso porque, no es popular, no es redituable y mucho menos atrayente. La secularización de los eventos dentro de los templos, dice la sierva del Señor, hace voltear el rostro de los santos ángeles, que sufren la vergüenza de quienes somos los responsables de brindar una alabanza sincera para el altísimo.

La ley de Dios es inmutable, no puede ser cambiada, a ella no se le puede quitar ni añadir nada, las 28 creencias, primeramente, concebidas como 27, ya han sido modificadas, y en la medida que les sea menos favorable o conveniente, la metamorfosis continuará. El versículo de Isaías 8:20 dice: ¡A la ley y al testimonio! Si no hablaren conforme a esto, es porque no les ha amanecido. Quienes obran contra la ley, y tergiversan el testimonio con sus propias vidas, y actúan fuera de la ley de Dios, practicando inmoralidades en nuestro medio, lo que este versículo dice es que, no han entendido. Parece ser que a los ministros les interesa más ser populares, que rendir un culto racional, les encanta ver como capturan la atención de los hermanos a través de los chistes y anécdotas jocosas, para dar un poco más de picante a la predicación. Es triste la condición del pueblo de Dios, porque ya hemos sido acondicionados para aceptar este tipo de adoración diabólica, como parte de nuestra normalidad.

Los conciertos en nuestras iglesias, ya han perdido ese toque interactivo en el cual primaba la inspiración espiritual. Hace algunos días pude ver un afiche electrónico en el cual se confirma la ignorancia de los dirigentes que promueven este tipo de actividades cobradas en nuestro medio. Ya está visto que, para los dirigentes, desde el punto de vista corporativo, existen en nuestro medio clases societarias definidas. El cartel no promueve en lo absoluto la alabanza a Dios, enfoca toda la atención en la artista que ha de venir. Al mejor estilo del mundo, el cartel define diferentes precios como general, preferencial, VIP, y VIP Gold, y los VIP Gold, son los únicos con derecho a poder hacerse una fotografía con la artista, ¡qué clase de mundanalidad! hasta donde hemos llegado.

No puedo terminar, sin que hablemos un poco acerca de lo más importante, “LA VERDAD PRESENTE”. Es abominable escuchar decir que estos temas no tienen mayor trascendencia en este momento, los propios dirigentes están negando los testimonios con estas declaraciones. Desde los tiempos de la sierva del Señor, la verdad presente es tema de actualidad, y ahora que estamos a las puertas de la segunda venida de Cristo, adquiere mayor relevancia. He recibido muchas quejas de hermanos que han escuchado a pastores, e incluso tienen grabaciones de líderes que rechazan la predicación de la verdad presente y de las profecías relacionadas con ella, la pregunta es: ¿la abominación desoladora pasará por nuestra iglesia? Jesús habló de una "abominación desoladora" que vendría, esto lo hizo en el sermón de los Olivos, cuando se refirió a un acontecimiento futuro que se menciona en Daniel 9:27. Además en Mateo 24:15-16, Jesús dice: "Por tanto, cuando veáis en el lugar santo la abominación desoladora de que habló el profeta Daniel..., entonces los que estén en Judea, huyan a los montes". Por qué refrenar el mensaje para el pueblo remanente; un pueblo que ya identificó esta abominación a lo interno de la organización y sus templos, y ahora está consciente del siguiente paso que debe dar, predicar la verdad, aunque exista una amplia oposición, con el único propósito de despertar a esos pocos fieles, que aún pueden distinguir el fuego santo, del fuego extraño. La frase “huyan a los montes”, no se refiere a abandonar la iglesia, sino a la imperativa necesidad de salir de las ciudades antes de que los juicios de Dios vengan sobre ellas, y sea demasiado tarde. Quienes insisten en oponerse, porque sienten que aún no pasa nada en el entorno de la organización, son aquellos que han sido cegados por los dirigentes, tal y como sucedió en la época apostólica.

Una abominación es "algo que causa repugnancia y odio"; y desolación es "un estado de completo vacío o destrucción". Jesús advirtió que algo (o alguien) que la gente detestaba, algún día se levantaría en el templo. Cuando ese horror ocurriera, los habitantes de Judea deberían buscar refugio de inmediato.

En este contexto, aún después de la destrucción de Jerusalén, en medio de una persecución abierta contra los llamados disidentes (Los verdaderos cristianos), se desató una ola de desconfianza, y nació el reconocido símbolo que identificaba a los verdaderos seguidores de Jesús, el símbolo cruzado que constituía un pez, y por el cual los verdaderos cristianos, protegían su identidad de quienes querían hacerles daño, y a su vez se identificaban entre sí. ¿Qué haremos ahora, quienes hemos despertado y visto con los ojos rociados de colirio, para identificarnos los unos a los otros? No lo sé, lo que sí sé es que; el Señor estará con su remanente, y con mucha oración, revelará cada paso que debemos de dar. 

La señal más clara del cumplimiento de las profecías es la abominación del templo, el lugar santo, muchas de las cosas que los hombres están alterando en la iglesia, corresponden al paso previo a la gran tribulación. Los líderes se resisten a que estos temas tomen relevancia y primacía en nuestro medio, porque se acabarían los privilegios y prebendas de los dirigentes de la obra. Asuntos como el salir de las ciudades, crear puestos de avanzada, y otros, que nos advierten de la destrucción y los juicios inminentes de Dios, se han reprimido para solidificar a una obra infructuosa, dirigida por hombres llenos de sí mismos, que prefieren llevar mensajes de amor y de paz al pleno de la iglesia, para ellos seguir gozando de sus grandes beneficios.

En este período es, cuando los milagros de Dios, comenzarán a manifestarse en aquellos que están dispuestos a defender la verdad, es hora de despertar del sueño, porque el tiempo se está acabando. Los líderes han adormecido a la iglesia, y la mayoría de los hermanos que sigan estas instrucciones, aparentemente estarán seguros y vivirán bien en las ciudades, hasta que llegue el momento en el que no podrán abandonar nada, y muy pronto se lamentarán, culpando a esos mismos dirigentes que no les permitieron conocer la verdad. No obstante, la persecución ha comenzado en todas partes del mundo, solo, quienes confían plenamente en Dios, levantarán sus voces en pro de la justicia y de la verdad, y serán perseguidos desde adentro mismo, como ya está sucediendo. Ojalá muchos despierten a esta realidad, y tomen su lugar de parte de la justicia y de la verdad. Este pueblo remanente predicará con más poder que toda una organización que ha perdido la credibilidad y el poder de Dios, son incapaces de establecer un debate al respecto de lo justo y lo injusto, lo bueno y lo malo, y por eso evitan la confrontación, para no quedar en evidencia y vergüenza con su ignorancia.

Cuando este pueblo remanente perseguido por sus convicciones, sea totalmente separado de la organización, la gracia de Dios se alejará de la organización, como pasó con la nación judía. Cuando los verdaderos adventistas del séptimo día perseguidos y separados, comiencen a predicar el último mensaje, el Espíritu de Dios caerá sobre ellos, y realizarán una obra de evangelismo sin precedentes, en una unidad nunca antes vista, y con un poder que solo se podrá explicar con el Espíritu santo.

No duden que mensajes como el que estoy dando, después de haber pertenecido 56 años, a la organización que ha dejado de ser iglesia, serán motivos de una mayor y encarnizada persecución para mí, sino también para aquellos, que coincidimos en este mismo sentir. El pensamiento acerca de que la iglesia parecerá que va caer, pero no caerá, se resume al levantamiento de la doctrina pura y sin mancha que será el objeto de la predicación del remanente que saldrá de esta viciada organización, producto de una persecución sostenida, pues ya no puede cambiar sus esquemas de conducta. Esto sucede cuando se llega a un punto de no retorno, es como cuando se ha derramado agua que ya no se puede recoger, lamentablemente ellos también beberán del vino del furor de su fornicación, si no son capaces de suprimir los asuntos paganos que se han introducido en la iglesia.

Un estupor y un espíritu de insensibilidad han sobrecogido a la gran mayoría, que sienten que, si no pertenecen a una iglesia que tiene grandes oficinas y muchos templos, no pertenecen a nada. Lamento decirles que si este es el pensamiento que los abruma, han materializado su espiritualidad, por lo tanto, de espiritualidad no tienen nada.

Cuando Pedro negó tres veces a Jesús, Pedro aún no había cambiado, era el mismo hombre que pensaba que Jesús había venido para recobrar el poder de la nación judía, y liberarlos de la opresión romana. Él tenía la esperanza de que algo sucediera, y que Jesús fuera liberado, y por eso se mantenía a distancia, para de esta manera entonces lograr tener una oportunidad de ser alguien importante. El remanente de Dios no debe esperar algo grande de este mundo, debemos entender que la recompensa va más allá de todo lo material, pero esa voz solo la podrán oír aquellos que estén dispuestos a perderlo todo, para alcanzar la verdadera gloria de Dios a través de la justicia, la verdad, y el amor fraternal que existirá entre los cristianos sinceros que formemos parte de ese hermoso grupo que Dios está preparando.

Probablemente el pueblo remanente no tenga templos en la recta final del tiempo del fin, pero lo cierto es que ya no hay tiempo para estar entretenidos dentro de los edificios, cuando hay un mundo que perece. La organización actual, resume sus labores de predicación al entretenimiento, las pocas almas que se alcanzan no tienen raíces profundas para permanecer en la iglesia, porque se está forzando la conciencia de las personas, las cuales se desarrollan sin una columna vertebral de valores cristianos, y a quienes les es sometida su inteligencia emocional a una programación que no los deja crecer, y pronto abandonan la iglesia. Tenemos una organización de mantenimiento, y no de crecimiento; nos conformamos con ganar pocas almas, y mantener a las que tenemos para que la obra no se desplome, es una teoría de la incapacidad que se tiene, cuando no estamos haciendo las cosas conforme a la voluntad de Dios.

Termino diciendo que; el misterio de la iniquidad ya está obrando en nuestro medio, las falsas enseñanzas y las falsas doctrinas, se están convirtiendo en costumbre, hemos mezclado la verdad con la mentira, hasta donde sea necesario para entretener y retener a la hermandad, y aunque este es otro tema complejo, muy pronto lo abordaremos a la luz de la palabra de Dios, y el Espíritu de Profecía. Si el propósito de nuestras acciones, no está motivado por la palabra de Dios, y requerimos de un esquema de doctrinas y creencias extra, entonces no estamos estudiando la biblia; el problema de la conducta no tiene que ver con la biblia o el libro de las 28 creencias y doctrinas, sino con que practiquemos lo que se dice, no sea que construyendo tantos argumentos para ponerle las cosas fáciles a los feligreses, caigamos en el error de violar nuestros propios estatutos, bajo la excusa de que, “las reglas se hicieron para romperse”. 

La sierva del Señor manifestó ante esta situación lo siguiente: Debemos estudiar la verdad por nosotros mismos, no deberíamos depender de ningún ser humano que piense por nosotros. No importa quién sea ni en que puesto se encuentre, no hemos de mirar a ningún hombre como el criterio perfecto para nosotros: Debemos reunirnos para recibir consejo y estar sujetos unos a otros; pero al mismo tiempo hemos de ejercitar la capacidad que Dios nos ha dado, para conocer la verdad, (RH 18 de junio de 1889).

Dios nos ayude, para poder tener el valor que Pedro tuvo después de su verdadera conversión, para defender la verdad aún a costa de su propia vida. Los temas relevantes de la verdad presente, son más actuales hoy que hace un siglo atrás cuando la sierva del Señor lo manifestó, recuerden hermanos, los laicos terminarán la obra, y este es otro tema que ya es una realidad, así que todo se está cumpliendo de acuerdo al cronograma profético; demos gloria a Dios porque el tiempo está cerca y requiere de nuestra total consagración y valor, para confrontar la persecución y la gran tribulación que se avecina, que Dios los bendiga

CORRUPCIÓN ADMINISTRATIVA, Y CONTAMINACIÓN DOCTRINAL, 1RA PARTE


POR: CHEYCO CENTENO

CORRUPCIÓN ADMINISTRATIVA

Hay cosas que si saltan a la vista no se pueden negar, aunque se quieran justificar. Ya es evidente que, con documentos en mano, una explicación para justificar un acto inmoral, es una mentira, sin embargo, esta no es la situación más grave que estamos atravesando como pueblo de Dios. Estamos siendo bombardeados con una serie de mensajes ambiguos que no nos permiten tener criterios unificados en cuanto a diferentes temas dentro de nuestra iglesia. Los hermanos no tenemos dominio de la naturaleza de las cosas que están sucediendo en nuestro medio, es más, estamos subordinados por ellas. Hablar a la conciencia de los dirigentes es ya una pérdida de tiempo y esfuerzo necesario, que debe ser dirigido al despertamiento de la iglesia y la predicación del último mensaje. Este tema no está dirigido a los dirigentes de nuestra organización, sino a la hermandad, pues entre ellos hay un pequeño grupo que abrirán sus ojos y podrán ver cómo la conciencia individual les había sido secuestrada, y es hora de dejar de luchar con los dirigentes y comenzar la obra de predicación de la verdad presente.
La sierva del Señor en el libro Obreros evangélicos, en el epígrafe titulado “La fe” en su último parágrafo dice lo siguiente: “Dios no deja nunca al mundo sin hombres que puedan discernir entre lo bueno y lo malo, entre la justicia y la iniquidad. Tiene hombres a quienes eligió para estar en el frente de batalla en tiempos de emergencia. –(OE 278.1)
Este párrafo, no fue accidental; fue escrito, para que todos tomemos conciencia de que necesitamos pedir al espíritu santo discernimiento, para poder distinguir entre las cosas buenas y las cosas malas, para entonces poder hacernos un juicio correcto. Los malvados, suelen ser personas muy astutas, pero muchos de ellos no siempre fueron así, la corrupción los arrastró a convertirse en malvados por medio de la corriente de la presión de grupo. Cuando un grupo está maleado, y pretendes pertenecer a este grupo, debes comprometerte con sus intereses para ser funcional en medio de ellos, no necesitas simplemente estar involucrado, necesitas estar comprometido a realizar lo que sea en beneficio de sus intereses, porque a partir de ese momento demostrarás lo que ellos necesitan, lealtad, aunque estén haciendo las cosas mal.
La sierva del Señor describió a una parte de la iglesia que serán los atalayas de la fe y remanente de Dios, refiriéndose a ellos de la siguiente manera: “Los siervos de Dios no han de dejarse desanimar fácilmente por las dificultades o la oposición, noten bien que ella habla de siervos, no Ministros ni de Pastores, ella dice; aquellos que proclaman el mensaje del tercer ángel deben ocupar valientemente su puesto frente a la detracción y la mentira, peleando la buena batalla de la fe, y resistiendo al enemigo con el arma que Cristo empleó, a saber, el “Escrito está”; vamos a parafrasear y resumir estas palabras, podrán borrarnos de los libros de la iglesia, pero no podrán impedir que vayamos a las iglesias, y nótese bien que ella dice que básicamente la mentira vivirá entre nosotros, pero continúa diciendo: En la gran crisis que habrán de pasar pronto, los siervos de Dios encontrarán la misma dureza de corazón, la misma cruel determinación, el mismo odio inexorable que encontraron Cristo y los apóstoles. (OE 279.1)
Parece inconcebible que se repita algo similar, pero yo, ya lo viví en carne propia y con saña furiosa, de parte de quienes consideraba mis hermanos, pero sigue diciendo la sierva del Señor: Todos aquellos que en aquel día malo quieran servir fielmente a Dios según los dictados de su conciencia; es decir hermanos, que tendrán una conciencia individual que les permitirá discernir entre el bien y el mal, necesitarán valor, firmeza y conocimiento de Dios y su palabra; porque los que sean fieles a Dios serán perseguidos, sus motivos serán impugnados, sus mejores esfuerzos recibirán una interpretación falsa, y sus nombres serán empleados como maleficio. –(OE 279.2)
Todo lo anteriormente descrito, sucederá en el seno de la iglesia; la gran tribulación no comenzará fuera de nuestras paredes, comenzará adentro y con nuestros propios hermanos, en apoyo firme a los dirigentes, por eso la sierva del Señor añadió un párrafo más que deja bien en claro todo lo que ha de suceder, y a qué clase de dirigentes serán los que la mayoría de hermanos defenderán, ella dice lo siguiente: Satanás trabajará con su poder de engaño para influir en el corazón y anublar el entendimiento, para hacer aparecer el mal como bueno, y el bien como malo. Cuanto más fuerte y pura sea la fe de los hijos de Dios, y cuanto más firme su resolución a obedecerle, tanto más fieramente se esforzará Satanás por incitar contra ellos la ira de aquellos que, al par que se proclaman justos, violan la ley de Dios. Se requerirá la más firme confianza, el propósito más heroico, para guardar la fe una vez dada a los santos. -(OE 279.3)
La sierva del Señor, usa en diversas formas, la referencia de la corrupción interna de la obra, como un descontrol, al cual solo Dios podrá dar solución. En efecto, sabemos que Dios está al control de todo, pero Dios no siempre ha estado con los dirigentes, como ellos presumen, y la mayoría de la hermandad asume. Los efectos devastadores de una mala administración muy pronto se harán sentir, de hecho, ya estamos viendo algunos resultados vergonzosos colaterales al proceder de los dirigentes. A juicio de la mayoría, lo que están haciendo los dirigentes está mal, pero dice la sierva del Señor que solo los valientes, se levantarán para
reprochar el pecado de la dirigencia, por lo tanto, ataques férreos, quiere decir que, estos dirigentes estarán dispuestos a llevar hasta a la cárcel, a quienes se opongan a la corrupción que ellos llaman formalismo administrativo. Ahora vemos claramente, cómo se gestará el ataque de Satanás contra el verdadero remanente de Dios, y con el pasar de los días se agudizará, porque el furor y el odio se encenderá contra quienes decidan obedecer a Dios antes que a los hombres. Es importante manifestar que, de 21 millones de adventistas que hay en la actualidad, la gran mayoría están decididos a guardar el cuarto mandamiento como fundamento de la verdad, soslayando el primer mandamiento, y poniendo a hombres como dioses en el lugar que a Dios le corresponde.
Estos hombres han usurpado el lugar del Señor por los últimos veinte años en el pensamiento colectivo de la iglesia, y el esfuerzo del pequeño rebaño, por llegar a la verdad pura y sin mancha, solo desencadenará una persecución contra ellos mismos, y ya ha comenzado.
La corrupción administrativa ha desfigurado la identidad propia del pueblo remanente, provocando una anarquía religiosa en la que las ideas de los dirigentes, priman sobre los principios y fundamentos que fueron la base de la estructura de nuestra iglesia. Esta corrupción administrativa ha roto con todos los protocolos de jerarquía, evidenciando así que, cada oficina puede hacer lo que les dé la gana, aún si tienen que ir en contraposición de los reglamentos de sujeción, que los somete a las autoridades superiores, como en el caso de la ordenación de las mujeres. La jerarquía se ha fragmentado, y muchas oficinas de nuestra obra trabajan imponiendo sus propios reglamentos, normas y criterios, al margen de lo que pueda opinar la Conferencia General. No obstante, la iglesia se supone que tiene un orden jerárquico, la hermandad ya no sabe a quién acudir cuando existen desacuerdos, porque ni los pastores saben a qué instancias debemos ir, y se limitan solo a decir que hay que seguir el debido proceso y los canales regulares para la solución de conflictos, pero ninguna de nuestras oficinas quiere asumir el debate, sobre todo cuando saben que son los culpables de una situación.
Los dirigentes de la obra ya no tienen criterio, todos van por distintos caminos, y si los ponen a dar un discurso sobre determinado tema, todos terminarán hablando de cosas diferentes. El mensaje de la iglesia adventista siempre ha sido sencillo, pero han realizado tantos diplomados, maestrías y doctorados con cambios profundos, que todos ellos salen con pensamientos diferentes al mensaje puro y sencillo con el que conocieron la verdad, y se magnifican a sí mismos como grandes eminencias. Esta corrupción administrativa ya no tiene vuelta atrás, han llegado tan lejos que ya no pueden retroceder el esquema; hacer esto, implicaría modificar todo un sistema de conveniencias, saben bien lo que hacen, pero, ya no pueden detenerse, están acelerando la extinción de los pastores con criterio, y les da igual.
Termino este punto de la corrupción administrativa de la siguiente manera; los adventistas obtuvimos nuestra primera declaración de creencias y doctrinas en un libro que han popularizado para que todos se identifiquen con estos credos en el año de 1980, al igual que como en las otras religiones se practica, contrario a lo que los pioneros de nuestra iglesia, que tuvieron más luz directa de Dios, declararon. Ellos dijeron que, la Biblia y Cristo Jesús son nuestros credos, si crees en ellos ya eres un adventista del séptimo día, porque allí están contenidas todas las verdades que necesitamos creer, y las Sagradas Escrituras y Cristo son nuestro fundamento.
Ahora bien, no podemos llevar nuestro credo a la biblia, leyendo la biblia a la luz de ese credo. Si descubrimos que nuestras opiniones son opuestas a un claro “Así dice Jehová” o a cualquier mandamiento o prohibición que Dios nos ha dado, prestemos atención a la palabra de Dios, más allá de lo que dicen los hombres.
Si bien es cierto que, la más alta autoridad debajo de Dios entre los Adventistas del Séptimo Día, dice la sierva del Señor que se encuentra en el cuerpo de su pueblo expresada en las decisiones de la Asociación General, “cuando actúa dentro de su jurisdicción”; todos deberían someterse sin excepción a sus decisiones, a menos que pueda ser demostrado que están en conflicto con la palabra de Dios y los derechos de una conciencia individual. La sierva del Señor, asegura que hasta los dirigentes máximos pueden tomar decisiones contrarias a las sagradas Escrituras, y equivocarse en sus juicios, por lo tanto, debemos ser cristianos conscientes para conocer las diferencias entre el bien y el mal.
Ya son muchas las decisiones de hombres no santificados, a las que es necesario poner un alto hoy en día. Las decisiones administrativas constantemente mutadas en los reglamentos operativos y manuales de iglesia, han destruido la verdadera identidad de la Iglesia Adventista; por qué seguir a hombres cuyas decisiones se encuentran fuera del contexto de las Sagradas Escrituras, es por eso que es menester obedecer a Dios antes que, a los hombres, aprendamos a pensar por nosotros mismos.
Los adventistas somos una iglesia protestante, por eso es que, si la institución religiosa se contradice con el mensaje de la Biblia, el deber del protestante es, seguir lo que su conciencia individual le dicta a la luz de la biblia, esta es la respuesta, la palabra de Dios. Dejo a cada dirigente de iglesia local un pensamiento clave para la meditación: “Cuando un hombre honesto descubre que se ha equivocado, sucede una de dos cosas, deja de estar equivocado, o deja de ser honesto”, tú decides a quién quieres seguir.

viernes, 10 de febrero de 2023

ASALARIADOS


POR: CHEYCO CENTENO

Desde hace cinco años, hemos venido haciéndonos eco de las anomalías administrativas de nuestra iglesia, ante la sordera generalizada de la feligresía; una feligresía aterrorizada por amenazas y advertencias continuas, para intentar evitar, lo que inevitablemente llegará, gracias a Dios. Quienes hemos levantado la voz, para, poco a poco, ir revelando lo que se fue construyendo sutilmente debajo de nuestras narices, fuimos tildados de disidentes, porque ya no saben otro discurso para defenderse. Necesitamos entender el porqué de la enfermedad sistémica de la que adolece la estructura organizacional de nuestra iglesia en Panamá.

 

DISIDENTES

En los últimos años, los dirigentes que se sienten cuestionados, suelen llamar disidentes a los hermanos que dirigen algún reproche contra los pecados administrativos, que han sido impuestos o forzados como normalidades en la iglesia. Los propios dirigentes usan este adjetivo a la ligera, sin poder realmente comprender lo que significa ser un disidente. Curiosamente podríamos decir, que, la principal característica de los disidentes es que, siempre son perseguidos por defender la verdad, claro en un sentido irónico. Muchos de estos dirigentes ignoran que la Sierva del Señor expresa, que, para ser un disidente, se requiere de dos características básicas, la primera de ellas es: decir que la iglesia adventista es Babilonia, y la segunda es, echar por tierra los fundamentos bíblicos en los que se apoya nuestra doctrina. Estos argumentos pueden ser encontrados en el libro “La iglesia Remanente”.

Jesús fue considerado un disidente, los apóstoles fueron considerados disidentes, y muchos cristianos también. Estamos ante un cisma, provocado por los propios dirigentes, que, no se han dado cuenta que, en la medida en la que promueven la disidencia, promueven el protestantismo puro y el despertamiento de la verdadera iglesia remanente. La mayoría de los hermanos que están despertando, se están dando cuenta de, cómo los criterios administrativos de la obra en la actualidad, chocan con los criterios puros de nuestros fundamentos doctrinales, y hacen parecer bueno, todo lo malo que están practicando. Ser disidente ya no produce vergüenza, porque, a quienes se nos tilda de esta manera, ya ni siquiera pensamos en ello; sabemos que es un ataque desesperado, de quienes cuando llegue el momento, no podrán dar una explicación lógica de tantos desordenes administrativos, no tendrán una ventana de justificación lógica, y sucumbirán a sus propias estratagemas.

LA ADMINISTRACIÓN, NO PUEDE SER UNA ESPECIE DE ESTADO OPRESIVO FASCISTA.

Los gobiernos, son grandes corporaciones que se encargan de administrar, lo que en el argot popular llamamos “La Cosa Pública”. Son aparatos administrativos que realizan tantas funciones, que, en su entorno, producen una serie de reglamentaciones que, en la mayoría de ocasiones, absurdas e ilógicas como son, generan gastos por departamentos, que solo producen beneficios para los administradores, y un peso económico para los ciudadanos que sostienen ese gobierno.

Normalmente quienes pagan los platos rotos, son los ciudadanos. Las corporaciones, y las empresas, se distinguen, porque en una supuesta corporación, quienes adquieren las acciones, lo hacen en el entorno de una sociedad limitada, en cambio las empresas son, propiedades únicas, por lo tanto, los dueños son los propietarios directos. Ahora bien, ¿qué beneficios produce, y para quién, que una iglesia sea una corporación? Quienes dirigen las organizaciones religiosas, no les gusta saber y entender, que son los líderes máximos de una Organización Sin Fines de Lucro (OSFL), porque entonces el margen de operatividad se les reduce, para diferentes funciones, por eso trascienden a ser corporaciones, para obtener los beneficios de esa imagen.

En el contexto de los estados, las prebendas y los beneficios son muchos, y no pueden ser cuestionados por los ciudadanos, porque ellos no tienen nada que ver con la administración; cualquier señalamiento, puede ser visto como una amenaza que perturbe la tranquilidad de cualquier dirigente, y como dirigentes, se siente intocables en medio de sus funciones. Lo mismo está pasando dentro de nuestras iglesias, por eso se hace imposible conocer, qué, realmente sucede en las esferas administrativas de nuestra iglesia. Corporeizar la obra, permite tener control total, hasta que se encuentra una fisura que deja al descubierto, la malformación administrativa, que corroe al entorno de algo que en general, debiera ser santo a la vista de todos, principalmente para los dirigentes.

En la iglesia, un obrero promedio recibe una serie de ayudas, después de su salario base, que le permiten equilibrar sus finanzas familiares, siempre y cuando, estos beneficios entren en el marco de la lógica necesaria de una familia ministerial; pero, cuando comenzamos a ascender a las esferas administrativas superiores, es cuando comenzamos a entender, cómo es que muchos dirigentes llegan al poder, y luego no desean volver a ser pastores comunes y corrientes.

Lo más asqueroso que hemos visto en los últimos años es, el enquistamiento y aferramiento al poder; la imagen corporativa provee a los dirigentes beneficios extras que no poseen los pastores comunes y corrientes, y en este plano, ¿qué tan justificativo puede ser algo tan innecesario? La inflación producida en la obra, por la cual, los departamentos carecen de recursos financieros para poder ejercer sus funciones, se resume a los privilegios y prebendas injustificables, y que hacen de las planillas de las oficinas, una presa de rapiña para quienes están al acecho de cualquier oportunidad para pellizcar un poquito más de la Cosa Pública de la obra.

No se puede hablar de amor, de fidelidad, de confianza, y de piedad en los púlpitos, cuando se carece de estas virtudes. Los dirigentes administrativos de una corporación, procuran estar blindados contra cualquier posible ataque, que inquiete su placentera tranquilidad. Vamos a explicar lo que sucede con los dirigentes, cuando en el plano administrativo, se enquistan en el poder y no quieren abandonarlo, por nada del mundo.

 

AYUDAS=PREBENDAS Y BENEFICIOS

En el plano religioso corporativo, lo que en un gobierno podemos llamar prebendas o beneficios, es clasificado como ayudas. Las famosas ayudas, a espaldas de los feligreses, han adquirido otra connotación, como ya lo hemos podido ver. Parte de la culpa, la tienen también, los contadores que trabajan con los tesoreros dentro de las misiones y las asociaciones, porque muchos de ellos perciben y ven las anomalías, y no objetan a conciencia, las malas prácticas que se convierten en gastos exagerados. Los líderes no son cuestionados por temor al despido, y se incrustan impositivamente en los emolumentos de cada uno de los máximos dirigentes, ayudas sin sentido, para los presidentes, secretarios y tesoreros de cada campo.

Estas ayudas se han magnificado de manera desproporcionada en la obra, y las estructuras administrativas, nunca presentan los informes de planilla, porque nunca será conveniente para ellos. Las ayudas siempre han existido, pero son la forma en la que los salarios han sido inflados más allá de los religiosamente correcto, o razonablemente aceptable.

Es bochornoso ver como los líderes defienden lo indefendible; Me atrevería a creer que existen dirigentes que reciben entre salario y ayudas, cantidades exorbitantes, cifras que servirían para pagar al menos hasta tres pastores en diferentes distritos, ¿y a esto llamamos equidad? También estoy casi seguro, que existe una desproporción salarial exagerada entre los ministros de arriba y los de abajo. Hay dos clases de obreros de campo, aquellos ordenados y con familia, que deben recibir, no solamente su salario y las ayudas correspondientes, y aquellos aspirantes con poca experiencia, que evidentemente reciben ayudas limitadas. No existe un techo salarial inamovible y perfectamente justificable en nuestra obra; cada dirigente sube al poder, imponiendo no solo sus ideas, sino también sus propias reglas y salario; el descontrol operativo, parte de una anarquía administrativa, en la que los dirigentes saben que tienen poderes plenipotenciarios, en un esquema organizacional de excesos y abusos hacia todos los subordinados.

Siempre objeté los estipendios adicionales al salario regular, especialmente si no tienen un fundamento de peso para ser autorizados; pero como ellos mismos controlan su destino financiero, no se sienten en la obligación de dar explicaciones ni de preguntarle a nadie, para saber si pueden optar por estos beneficios tan absurdos, como abusivos, motivo por el cual las planillas, se ocultan del ojo fiscalizador del grueso de la hermandad.

La mayoría de quienes ascienden a las altas posiciones de liderazgo de la obra por primera vez, se les puede atribuir el refrán “el que nunca ha tenido, y llega a tener, loco se quiere volver”. Los beneficios administrativos han aumentado de forma tan desproporcionada y escandalosa, que inventan cada cosa para lograr justificarlos. Si la hermandad conociera a fondo como se manejan los recursos de la iglesia, habría una revolución tal, que no la podrían detener.   

 

NO HAY ESCAPATORIA (ESCLAVOS DEL SISTEMA)

En una estructura administrativa maleada por los excesos; mismos que se convierten en asideros vitalicios para quienes ostentan el poder, los pastores de campo, viven supeditados a regímenes de terror, en los que se crea sutilmente un ambiente de trabajo hostil. En estos entornos, la libertad para ejercer un trabajo competente, se limita al mandato de hombres cegados por sus ambiciones personales, que ejercen una presión laboral diabólica, tiránica, y obsesiva.

Albert Einstein dijo que la definición de locura es, hacer siempre lo mismo y esperar un resultado diferente. Como iglesia adventista, debemos de apartarnos de hacer lo mismo que hacen las otras religiones, porque no lograremos un resultado diferente. Nuestras administraciones y nuestros pastores están haciendo, lo mismo que las demás religiones, y dicen que somos diferentes. La mayoría de los comentarios de los hermanos que están abriendo sus ojos, apuntan a entender que ya no tenemos las características de piedad, de amor y de compasión que nos distinguían de las demás religiones. Los dirigentes justifican sus grandes salarios, arguyendo que, los bancos no les dan préstamos, y por lo tanto deben darle preeminencia a la figura corporativa. Casi con toda seguridad podemos decir que todos poseen tarjetas de crédito, porque no les alcanza el dinero. Según un estudio de la seguridad social en Panamá, una familia promedio de cinco personas, lleva una vida decente con un ingreso de entre B/. 1,350.00 balboas a B/. 1,500.00, pueden adquirir una vivienda decente, un automóvil modesto, y cubrir el resto de sus necesidades, pero ya está visto que hoy en día no se conforman con esto, necesitan cada vez más.

La preocupación por las cosas materiales, ha sobrecogido la mente de muchos ministros; no son todos, sin embargo, es notable el cambio que estamos viviendo porque la sierva del Señor y Cristo mismo lo dijeron, hablando de los pastores asalariados; en el caso de Jesús, él mismo dijo que, cuando los pastores asalariados ven el peligro, huyen abandonando a sus ovejas (Juan 10:11-14). En Mateo 19:27, Pedro hace una pregunta que no solo Jesús analiza cómo, la pregunta de un asalariado: ¿Qué pues tendremos? Y la sierva del Señor hace un análisis prolijo, añadiendo a la explicación de Jesús, de cómo Pedro, había actuado como un asalariado (CSC pág. 346). Veamos cómo se aplica este relato actualmente a los ministros. Hace algún tiempo cuando denunciábamos la existencia de fondos rotativos en las oficinas de nuestras jefaturas, un pastor dijo públicamente, y existe evidencia de ello; los fondos rotativos tienen su razón de ser, porque a los pastores, no les dan crédito en los bancos. Me parece estar escuchando a Pedro con la pregunta ¿Qué pues tendremos? A los pastores de antaño, no les preocupaba tanto lo que llegaran a tener; para ellos, su herencia era Dios, y muchos de los hijos de los pastores que ya han bajado al descanso, vivimos con esa bendita esperanza, que nuestros tesoros verdaderamente están en el cielo.

Aun, es más, los actuales pastores que adquieren autos y casas, en su gran mayoría lo están haciendo con pignoraciones externas a la obra, lo que los compromete con el mundo, entonces se convierten en presas de los dirigentes y sujetos fácilmente manipulables, porque ya no trabajan, para Dios, sino para un salario que les permite retener las cosas materiales que han adquirido. Pierden su individualidad, pierden su capacidad de disentir, pierden incluso hasta la dignidad, porque muchos de ellos son humillados ante Dios, ante sus colegas, ante sus mujeres, y lo que es peor, ante sus propios hijos. Existe una división marcada entre el liderazgo y los pastores comunes y corrientes, los de arriba quieren demostrar que son poderosos, y los de abajo deben mantener la cabeza hundida en el suelo como el avestruz, para complacer a sus jefes. Es vergonzoso estar esclavizado en un sistema que no solo oprime al obrero, sino que no lo deja pensar por sí mismo, para que tenga una mejor conexión con su hermandad, y con su ministerio.

Unos pocos ministros con el poder del Espíritu Santo, han podido expresarse ante estos dirigentes, con gallardía e hidalguía, para no soportar las humillaciones, dejándoles bien en claro que sirven a Dios y no a los hombres.

El temor a ser despedidos, es el diario vivir de los asalariados, por eso evitan tener conflicto de intereses. No le llevan la contraria a los dirigentes, por descabelladas que sean sus ideas, viven diariamente su propia angustia de querer hablar lo que sienten, pero están amordazados por un sistema coercitivo y fascista, rehuyen la confrontación para sentir que están libres de cualquier problema.

Por último, quiero compartirles una experiencia. Cierto día reenvié un video que consideré pertinente compartir, porque encierra una gran verdad, y se lo mandé a un pastor. El pastor simplemente me mandó un mensaje diciéndome: por favor no me envíe nada que no me edifique, porque si no me edifica, impide mi crecimiento espiritual. Por respeto, le dije, como no pastor, no volverá a ocurrir. Inconscientemente pude percibir, que después de tantos años, los pastores se llegan a auto engañar, y quedan sellados con el pensamiento colectivo de que cualquier cosa que leas, veas o escuches, puede cambiar tu criterio formado. Muchos quedan con ese temor incluso hasta cuando se jubilan; sin embargo, estos argumentos, puedo casi garantizar que son insostenibles en un debate, explicaré esto para terminar.

Muchos usan la frase “Dios está al control” y prefieren no involucrarse, pero les diré la mala noticia, todos estamos involucrados. El apóstol Pablo dijo, escudriñadlo todo y retened lo bueno, si confiamos plenamente en el Espíritu santo de Dios, él será nuestra mejor guía, pero no podemos cerrar nuestros oídos, y nuestros ojos a todo lo que está sucediendo, porque sería como pararse en medio de un campo de combate en el cual están cayendo toda clase de bombas, y esperar a que ninguna nos toque, para salvarnos; tendríamos que abrir los ojos, y nuestros oídos, para ver y escuchar lo que sucede, y buscar el refugio más seguro, pero hay quienes como los búhos, prefieren ver para todas partes y hacer como si no es con ellos. Todos estamos involucrados en el gran conflicto, y sabemos que “Dios está al control”, pero Dios no hará por nosotros, lo que nosotros debemos hacer; y aunque sé, que para los pastores este tema será intrascendente por el terror en el que viven, al menos la hermandad necesita entender, que ya estamos viviendo el tiempo, en el que, si nuestras instrucciones no las recibimos con oración, meditación y ayuno de la palabra de Dios, puestos los ojos en Jesús, nuestra confianza en los hombres, nos pasará factura.

No quiero dar crédito a la frase “ningún pastor”, pero, casi ningún pastor pondrá en riesgo su salario, por estar de parte de la verdad, porque saben que pueden perderlo todo, esta es la triste realidad. Pablo perdió todo, por salirse del sistema, y algunos dirán, ah, pero Pablo no tenía familia, si, es verdad, pero Pablo tuvo la desventaja de ser perseguido para ser asesinado, algunos pastores, pueden perderlo todo, pero no serán perseguidos para ser asesinados, aún pueden recuperar sus vidas como muchos otros lo han hecho, pero de algo estoy seguro, el pastor Centeno siempre decía, pastores estudien algo más, otra carrera, un oficio, y salgan adelante, por si llegan a quedar sin trabajo, pero Dios no les desamparará, ¿será que algún día en estos tiempos, veremos a Pablos, levantarse de en medio del ministerio?

Dios nos ama a todos, pero no se combate la mentira con criterios humanos, se combate con las Sagradas Escrituras, y cuando aprendamos a entenderla cada día mejor, no habrá engaño posible, que no podamos identificar; para salvar nuestras almas, escudriñemos las escrituras, porque en ella encontramos la salvación, y ellas son las que dan testimonio de Jesús.  

EL SILENCIO DE LA UNIÓN PANAMEÑA ANTE LA MALVERSACIÓN DE LA ASOCIACIÓN METROPOLITANA


 

POR: CHEYCO CENTENO

Muchos hemos callado durante un largo tiempo, para poder analizar, cómo en nuestro medio pudo suceder algo tan vergonzoso como esto. De algo estoy seguro, no importa cuánto tiempo pase, y no importa cuánto se intente ocultar, Dios permitirá que los responsables de esta situación salgan a la luz pública.

Decidí escribir al respecto de este tema, porque han pasado muchos meses y nadie ha recibido un reporte lógico de lo que ha sucedido, pero más que un reporte lógico, una excusa moral, que evidentemente no se puede manifestar. 

ESCÁNDALO IRRACIONAL

A raíz de un video en el que presuntamente aparece el pastor Vladimir Polanco, y que dicen que fue grabado hace cinco años, no solo cantando sino también bailando una canción popular, con una letra por demás cuestionable, quise salir al paso para hacer una observación que estoy seguro muy pocos han analizado con sumo cuidado.

El Diablo siempre se ha especializado en utilizar nuestros errores, para minimizar nuestros talentos, y todos sabemos del talento para la escritura que el pastor Polanco tiene. No obstante, muchos hemos disfrutado de algunos escritos de él, sabemos que es humano, y que al igual que nosotros puede cometer errores. No estoy justificando el video que lo compromete, pero en la iglesia tenemos la costumbre de hacer leña del árbol caído, un error suele borrar todas nuestras buenas acciones, y ¿quiénes somos nosotros para juzgar más allá de lo que vemos? David fue un hombre conforme al corazón de Dios, y cometió un error más grave que el pastor Polanco, de hecho, David cometió varios errores, codició, adulteró, y asesinó. A veces nuestros hermanos cometen un pequeño error y los descalificamos, y nos ponemos del lado de Satanás para terminar de destruirlo.

Todos los pastores pueden cometer errores, pero eso no los descalifica, ellos también son humanos, y no hay humano que no yerre. Quizá esta experiencia le sirva al pastor para en el futuro, argumentar más sólidamente, acerca de cómo el enemigo toma nuestros diversos momentos de relajación, como una oportunidad para destruir nuestra reputación.

Mi padre fue pastor y cometió muchos errores, y muchos otros pastores han cometido errores, pero ellos son los instrumentos que Dios usa, personas defectuosas como David, como Moisés, como Pedro, etc., sin embargo, todos, mientras tengamos vida podemos corregir los errores y continuar adelante, obviamente procurando no volver a cometerlos. Si bien es cierto, que el pastor Polanco, escribió la excelente matutina que estamos disfrutando este año, el Diablo sabe cuándo utilizar nuestros pequeños deslices para desvirtuar el mensaje, y para enviar una propuesta de no lectura a toda la feligresía; les tengo una noticia hermanos, todos los que han escrito las matutinas han sido personas pecadoras, con defectos y errores, no le demos gusto al Diablo, magnificando algo que aunque no es propio de nuestra conducta, límite el poder de la obra en el aspecto evangelístico. No hay excusa para este acto, pero tampoco esto descalifica al pastor, cuando hay muchos otros haciendo cosas peores. He leído algunos escritos del pastor Polanco, y aunque discrepo en algunos puntos de vista con él, no puedo decir que Dios, no pueda estar utilizándolo, porque cuando el balance es positivo, Dios está haciendo una obra a través de nosotros, porque reitero, todos somos imperfectos.

Un buen día un hermano me comentó: hermano Cheyco, yo iba de viaje, y estaba en el aeropuerto, y vi como un pastor, casualmente presidente de nuestra obra, junto con su esposa, compraban un tiket para la rifa de un automóvil; se rifaba un automóvil BMW, y el boleto tenía un valor de cien dólares. El hermano me dijo el nombre del pastor, porque él lo conoce, pero el pastor no lo conocía a él, sin embargo, ni él ni yo, le dimos mayor trascendencia; lo que sí aprendimos es que los pastores no son perfectos, y como sacerdotes de nuestra iglesia, deben procurar andar en santidad, como lo debían hacer los sacerdotes de Israel, porque irónicamente aunque Dios los ve, pero ellos no lo perciban, a veces Dios permite que los hermanos veamos sus conductas, para que ellos no olviden que si nosotros podemos verlos, con mayor razón Dios toma nota de sus acciones. Es evidente que el cristiano predica con la moral, es decir con su conducta, un pequeño descuido, no nos descalifica, pero crea la duda, y esto fue lo que sucedió con el pastor Polanco; la falta de moral, es la falta de la ley, y la falta de la ley, es la falta del Espíritu, y la falta del Espíritu, es la falta de la voz de Dios hablando a nuestras conciencias, por lo tanto, se pierde el temor al altísimo.  

 

SILENCIO ANTE UNA GRAN MALVERSACIÓN

Por qué abordé el tema del pastor Polanco antes de introducirme en el título de este artículo; porque el alboroto que ha causado el video del pastor Polanco, me hace considerar seriamente que, para la iglesia, lo más importante aún, sigue siendo la moralidad, porque la moralidad tiene una estrecha relación con la ley de Dios.

Por lo general en el aspecto eclesiástico, la iglesia pretende manejar todos sus problemas a lo interno de la misma. El escándalo de la malversación de la Asociación Metropolitana, que es un asunto competente a toda la hermandad, ha sido silenciado o manejado a bajo perfil, para minimizar el impacto vergonzoso del mismo. Hay un pequeño grupo de hermanos conscientes en la iglesia, que exigen una explicación, sin embargo, el discurso administrativo es, no pregunten nada, no especulen nada, que en su momento daremos una explicación.

En el mundo, por lo general en las cortes de justicia, para obtener un veredicto objetivo, se debe recibir una justificación lógica y razonable, antes que moral. Pero en este contexto, la lógica y la razonabilidad de los argumentos, pueden ser manipulados para obtener un resultado a favor, pasando por encima de la moral, que ya no es tomada en cuenta.

En la iglesia la moral tiene prelación sobre la lógica y la razonabilidad humana, porque la lógica y la razonabilidad pueden ser manipuladas. Como miembros de iglesia, basamos nuestro juicio en la moralidad. Dios nos dio una ley moral en la cual fundamentar nuestros juicios; de ninguna manera es aceptable que una malversación en nuestro medio, tenga una explicación ni justificación moral. Tengan por seguro que, si la iglesia recibe una explicación bajo los argumentos de la lógica y la razonabilidad únicamente, sin condenar la moralidad del acto en sí mismo, el informe que recibiremos estará basado en una mentira, el motivo es porque la razonabilidad y la lógica humana, se utilizan en el contexto de justificar algo que se hizo, sin embargo, la moral, se anticipa para prevenir algo que después no se pueda justificar.

No podemos justificar la malversación en nuestro medio diciendo que, “en el pueblo de Dios siempre ha existido la corrupción”, porque esto sería indicar que, a Dios, no le importa si hay corrupción en nuestro medio, porque estaríamos mandando un mensaje subjetivo. Tampoco podemos decir que, “no debemos intervenir porque Dios se encargará de poner las cosas en orden”; la mayoría de los creyentes, han leído la biblia y saben que Dios utiliza una fórmula infalible para llamar la atención; Dios envía mensajeros por largo tiempo, para reprochar el actuar de los dirigentes, si estos desoyen la voz del Señor, y se ocultan bajo estratagemas del enemigo, tarde o temprano los juicios de Dios caerán sobre ellos. Todos nos convertimos en mensajeros de Dios, cuando vemos el mal y lo reprochamos; es un acto de misericordia del Señor, el llamar la atención; una cosa es cierta, tu pecado te alcanzará. Quienes ocultan la verdad y creen que nunca serán descubiertos, se engañan a sí mismos. El tercer argumento que utilizan algunos pastores o dirigentes para manipular la mente de la hermandad es que, “no debemos cuestionar a los líderes porque ellos son los ungidos del Señor”. La Sierva del Señor dice en el libro el Conflicto de los Siglos que: “En cada generación Dios envió siervos suyos para reprobar el pecado tanto en el mundo como en la iglesia; pero los hombres desean que se les digan cosas agradables, y no gustan de la verdad clara y pura” (CS 591,4); por otro lado, el apóstol Pablo dice en 1ra de Timoteo 5:20 A los que persisten en pecar, repréndelos delante de todos, para que los demás también teman. Si hay persistencia en pecar, debe haber persistencia en reprender. La iglesia se encuentra ante la encrucijada de escuchar la voz de Dios o la voz de los hombres, no saben distinguir si los dirigentes o los inconformes tienen la verdad, pero esto es algo fácil de dilucidar.

Los dirigentes aceptan que hubo malversación, pero quieren justificarla de manera lógica y razonable, pero no moral; sin embargo, quienes solicitamos una explicación de algo tan inexplicable en medio de una organización religiosa, pedimos que se haga bajo los argumentos de la moralidad, porque si lo analizamos bien, la malversación no tiene ninguna justificación, ni lógica, ni razonable, y mucho menos moral.

Tengamos presente algo apreciados hermanos, la ley de Dios es Moral, por ella se rige el carácter del cristiano, y si lo que los dirigentes pretenden esconder no es moral, entonces estamos acariciando la mentira de forma inescrupulosa y descarada.

Una auditoría que solo tenga el objetivo de minimizar el impacto verdadero del incidente, solo retrasará el resultado final. Las auditorías internas bajo estas premisas, nunca presentarán el verdadero estado de las cosas, las omisiones de cifras injustificadas, jamás aparecerán en un informe cuya estructuración, busca ocultar lo inmoral para no tener que dar mayores explicaciones a la hermandad. No existe imparcialidad ni transparencia, en un régimen en el que no se admite la fiscalización por parte de sus miembros; tal y como operan los estados, los vicios ocultos de los beneficios y prebendas no pueden ser manifestados, porque suelen ser tan inexplicables como ilógicos; por eso es imperativo para ellos que ninguna intromisión fiscalizadora, de parte de sus miembros, tome acciones en una auditoría, es muy fácil auditarse a sí mismos.

Cuando suceden este tipo de malversaciones, se suele llevar a la feligresía discursos demagógicos, con frases como las anteriormente citadas: “En el pueblo de Dios siempre ha existido la corrupción”, “No debemos intervenir, Dios se encargará de poner las cosas en orden”, y “no debemos cuestionar a los líderes, porque ellos son los ungidos del Señor”. Existen muchos ejemplos bíblicos, a través de los cuales cuestionar estas predicaciones adormecedoras, que no dejan que el pueblo de Dios tenga un pensamiento moral e individual, y un verdadero despertamiento; de hecho, algunos han tenido el descaro de utilizar la figura de Cristo para justificar el pecado de Judas, sustrayendo de la bolsa del dinero; hacen ver que, si Jesucristo nunca le dijo nada a Judas, nosotros no tenemos por qué decirles nada a los dirigentes. Veámoslo desde la perspectiva correcta: Para qué Jesús iba a crear un alboroto de esta situación, si el único entorno en el que los apóstoles se desempeñaban era, en el de ellos mismos, todos estaban aprendiendo, no existía una organización como tal, como para magnificar este aspecto; sin embargo, a los dirigentes de la nación judía, Cristo si les dijo todo lo que necesitaban escuchar, Cristo y los apóstoles se constituían en la disidencia, para los dirigentes de esa época, es justamente lo que nosotros somos para los líderes hoy, que quieren justificar sus falencias, creyendo que con decirnos disidentes a los hermanos que descalificamos los actos inmorales, nos afectan. Es una actitud de un dirigente sabio, admitir el error por algo que nunca debió suceder; esto sí es moral, porque lo hecho no se puede reparar, pero reconocer un error, nos devuelve algo de dignidad e integridad.

El conformismo de los hermanos que concuerdan con el pensamiento de dar nuestro diezmo, y que Dios se encargará de los dirigentes si hacen mal uso de los mismos; va en contra de la orden fiscalizadora de la sierva del Señor, en la que se nos instruye al respecto de la necesidad de estar vigilantes acerca de saber, qué se hace con los diezmos y las ofrendas (The Kress Coleccion 120.3), todos somos responsables, y debemos de mantenernos alertas ante las anormalidades, incluso tenemos el derecho de subrogar de sus responsabilidades a todo aquel que en este sentido, haga mal uso de los bienes del Señor, (Manual de Iglesia 2015, Pág. 27 final), Aunque nosotros como miembros tenemos el poder de dar representatividad a un grupo de sujetos escogidos “democráticamente”, también tenemos la responsabilidad de exigirles, e incluso tenemos el poder de relevar de sus funciones a todo aquel que con sus actos, no sea digno de representar a nuestra iglesia, bueno, al menos eso es lo que dicen nuestro manuales y reglamentos, pero hoy en día aparentemente ya no sirven de nada.

El pueblo de Dios no está consciente del poder que tiene, para hacer justicia con los dirigentes corruptos, especialmente cuando las escuetas explicaciones no tienen sentido. Veamos un último punto.

 LA AUTORIDAD DE LA IGLESIA DESCANSA SOBRE SUS MIEMBROS

 Ha llegado el momento en que la autoridad laica, debe tomar el control de una situación que se ha salido de las manos de quienes conducen el barco.

Los problemas subyacentes, ignorados por toda la hermandad, se hacen notar a través del uso de estrategias ambiguas, que evidentemente envían un mensaje de doble discurso. Hemos sido una iglesia sólida, durante aproximadamente dos siglos; no podemos pretender que aceptamos cambios que, a todas luces, no han sido sancionados por el poder del Espíritu Santo. La convocatoria a “Congresos” plagados de política y acciones que crean conflicto de intereses, son pasadas por alto, ante el privilegio de participar como laico delegado.

Existe un elevado número de hermanos laicos que no leen, solo escuchan, no disciernen entre lo bueno y lo malo, porque solo perciben su entorno, en base a los mensajes que suelen escuchar de dirigentes que, por lo general, se han especializado en darles una cátedra de disonancia cognitiva.

Los delegados son los representantes de toda la feligresía, sin embargo, al parecer, cuando llegan a los congresos se convierten en representantes de su candidato favorito, y con el cual tendrán mayores beneficios en el entorno eclesiástico; en otras palabras, venden sus privilegios a hombres comunes y corrientes, y no se dejan usar por el Espíritu Santo. 

Los delegados, necesitan estudiar el manual de iglesia y el reglamento operativo de la División, no el reglamento operativo de la Unión Panameña, aunque estos dos últimos se encuentran fuera del alcance de la feligresía. Deberían preguntarse, cuales son las responsabilidades de un delegado a un Congreso Cuadrienal. Los delegados son la voz del pueblo adventista, son quienes tienen la responsabilidad de velar por la moralidad y credibilidad de nuestros informes, por lo tanto, tienen la libertad para cuestionar, y preguntar que no es lo mismo, proponer, sugerir, disentir, etc., con el objetivo de hacer sentir a los dirigentes, que la voz del pueblo, verdaderamente es la voz de Dios, (Deberes de los Delegados, Manual de Iglesia 2015, Pág. 111, 112). No podemos transigir con la imposición; mientras más dejemos que los dirigentes impongan sus restricciones, fuera del contexto de los estatutos, someteremos la voluntad y el poder de la feligresía o de la iglesia, a los intereses personales de los hombres.

Muchas malas consecuencias han traído, la irresponsabilidad en la escogencia de los delegados. La gran mayoría son personas casi estratégicamente elegidas para favorecer a los dirigentes, que saben que pueden contar con ellos para seguir protegiendo sus malas acciones, y por lo general estos delegados forman parte de familias que por generaciones han estado rendidas a los deseos de los dirigentes, para seguir ostentando su posición de poder en las iglesias locales, casi de forma vitalicia. Son una vergüenza para el evangelismo, son sujetos que les gusta el protagonismo, y que en su gran mayoría les gusta mandar, pero su espiritualidad y productividad personal en evangelismo, son casi verdaderamente nulas, para el propósito de la obra; son de los que dicen vayan, pero no dicen vamos, no son todos, pero si la gran mayoría.

Una de las características más sobresalientes de los delegados que tienen carácter es, la valentía para cuestionar con argumentos sólidos, las escuetas explicaciones de los dirigentes en cualquier tema necesario. La mayoría de los delegados tienen temor de ser avergonzados, no solo por los pastores que dirigen, sino también por sus propios colegas, y se remiten a guardar silencio; los dirigentes por lo general procuran evitar que asistan a los congresos, los hermanos vigilantes que sí tienen el carácter, para debatir las ideas descabelladas, que muchas veces trastornan estos congresos, en los que la premisa es tener a una multitud de personas programadas para un sí.

Hay una realidad ineludible; en la medida en la que el pueblo de Dios, se incline más a sus dioses terrenales (Los dirigentes), poco a poco caerá de su gracia, y su remanente se fortalecerá. Debe repercutir en la mente de los delegados cuando asistan a estos congresos que, que son siervos del Señor y no de los hombres, por lo tanto, les recuerdo las palabras de Josué, en el capítulo veinticuatro y versículos 14 y 15: Ahora pues, temed a Jehová, y servidle con integridad y en verdad; Y si mal os parece servir a Jehová, escogeos hoy a quien sirváis; pero yo y mi casa serviremos a Jehová.

Es tiempo de que los laicos retomen el poder que pertenece a la iglesia, y desaprendan todo lo malo aprendido en los últimos años. Que tomen como referencia de conducta las Sagradas Escrituras, y los fundamentos sobre los cuales la iglesia fue concebida, y como Josué digan: Amado Señor, prometemos ser íntegros y verdaderos, y escogemos servirte a ti, antes que, a los hombres, porque nuestras casas y nosotros serviremos a Jehová.