
POR: CHEYCO
CENTENO
Adicionalmente:
recomiendo la
lectura de la Matutina de Adultos del 20 de octubre de este año 2021, basada en
1ra de Timoteo 5:21.
Eran las seis de la tarde del domingo 17 de Octubre
del presente año, y como todos los domingos los verdaderos adventistas no
olvidamos hacer el culto. Desde la tranquilidad del entorno de mi hogar, me
reuní con mi familia para tal efecto. Cantamos algunos himnos y nos dispusimos
a leer cinco títulos del libro que estamos estudiando, y le dije a mi hija que
lo hiciera ella. Le entregué la tableta, y en vista de que el día viernes 15 habíamos
terminado de leer el capítulo 11 del libro “Eventos
de los últimos días”, a la hora del recibimiento del sábado, mi hija
procedió a buscar el capítulo siguiente y curiosamente veo que su rostro
irradiaba una sonrisa; luego de ello, con una firmeza de voz, lee el título con
absoluta seguridad, el cual decía, “Ser
miembro de la iglesia no garantiza la salvación”. Sentí como si Dios, muy
aparte de la tranquilidad que inspira mi corazón por lo acontecido el sábado
16, me estaba dando la seguridad de que mi esfuerzo personal por alcanzar la
salvación tiene más valor que tener mi nombre en el registro de una corporación
que alguna vez fue iglesia y que se avergüenza de ser tratada como tal. Sin
duda la Iglesia Adventista del Séptimo Día es la verdadera Iglesia de Dios,
pero como lo dice el capítulo 12 de EUD, ella también beberá del vino del furor
de su fornicación, por culpa de líderes que han transformado a la Iglesia en
algo que no debe ser.
LA EVIDENCIA DE UN PODER
COERCITIVO EN LA IGLESIA
Puedo manifestar con toda certeza
que ninguna persona que actualmente pertenece a la iglesia corporativa, tiene
derecho a un juicio justo en ese entorno. He sido adventista del séptimo día
toda mi vida, probablemente por eso tengo una visión más clara de las cosas que
suceden. No he tenido que estudiar teología, porque el adventismo ha sido mi
estilo de vida. El sábado 16 de Octubre de 2021, fui expulsado de la
congregación de la Iglesia Betel de La Chorrera, en un proceso orquestado por
cuatro sujetos llenos de odio fácilmente perceptible, y un pastor incapaz de
ofrecer un sentido lógico a las cosas sagradas con tal de complacer a sus
líderes superiores en la Unión Panameña.Quién sabe si en medio de la situación hubo amenazas de despido de no concretarse mi expulsión de la iglesia, pero voy a brindarles un panorama de lo que hoy en día tendremos que enfrentar todos aquellos que busquemos defender la verdad a toda costa.
Recibí la comunicación acerca de esta reunión, nuevamente
de forma extemporánea por medio del pastor, y quién dirigió la junta
administrativa nuevamente, fue el pastor Luís Fernando Ardila, mismo que no
estaba facultado según disposiciones del manual de iglesia, ni en la
administrativa anterior, ni en esta ocasión, y él lo sabía; pero esta vez le
importó un bledo, porque las órdenes de José De Gracia pesaban más para él, que el
manual de iglesia. Comenzó con una breve
introducción del supuesto agravio a las cuatro enmiendas que la junta de
iglesia en secreto había fraguado para coartar mi libertad de expresión, de las
cuales la de mayor relevancia era el punto cuatro, el cual decía: que debía
respetar a las autoridades debidamente constituidas, asunto que en el fondo era
el principal. Por otro lado, en un acto de coacción, procedió a leer con
absoluta firmeza que el manual dice que yo no tenía derecho ni a voz, ni a
voto. En otras palabras no tenía derecho a defenderme y tenía que aceptar
lo que la junta decidiera, y no el pleno de la iglesia, el cual en esa noche fue
despojado de su derecho a disentir de forma descarada por parte del pastor. Ejerciendo
un poder coercitivo sobre los miembros de la junta de iglesia que no estaban de
acuerdo con los cuatro sujetos anteriormente mencionados, los despojó también
de su individualidad diciendo que ellos deberían de apoyar a los miembros de la
junta; porque la junta según él, se debe de mostrar como un solo frente de justicia. No sé de qué manual de iglesia sacó
este invento, pero la consigna de él era cumplir con una orden, aun inventado
mentiras que no tienen sustentación, ni fundamento eclesiástico, y que no están
en el manual de iglesia ni en los estatutos. Es decir su intención era
controlar la conciencia de los miembros de la junta de iglesia que no estaban
de acuerdo. Toda junta de iglesia debe entender que cada persona que pertenece
a ella, no puede ser coaccionada por los demás y mucho menos por el pastor. El
derecho al voto es una libertad de la conciencia que no debe ni puede ser violentado
por ningún motivo, ni por los miembros de junta, ni por el pastor. Todo miembro
de junta que no estaba de acuerdo, podía votar como el deseara en el plenario,
porque en ese momento no había junta directiva, había junta administrativa;
quienes estaban obligados a votar en contra de mí, únicamente eran, los que en
la junta de iglesia habían propuesto mi expulsión, no los demás; aquí se
muestra a todas luces la inexperiencia del pastor y evidencia las razones por
las cuales no ha sido ordenado aun, (tal vez ahora si lo hagan, porque así
funciona esta administración). Parece increíble como he tenido que estar
ilustrando a un teólogo que funge como pastor, y no solo no sabe cómo deben ser
los procedimientos, sino que soslaya todos aquellos derechos fundamentales de
cualquier ser humano. Cuando una iglesia debe recurrir a la fuerza coercitiva
deja de ser un lugar de salvación, para convertirse en un lugar de esclavismo
puro. El pastor Ardila siempre estuvo consciente de todo lo que hacía, y
tristemente para mí, el último pastor a quien yo admiraba y que consideraba que
no podía caer en esta apostasía mediática, ejecutó las órdenes de sus
superiores como una marioneta más de la injusticia que crece en el corazón de la
iglesia.
En el siguiente capítulo
pretendo compartir con ustedes los errores que se están cometiendo y que la
hermandad está aceptando como si fueran parte de la normalidad de la iglesia y
que se han constituido en la cárcel de personas que quisieran decir lo que está
mal, pero que está consumidos por el temor de ser expulsados de la iglesia.Cuando la junta administrativa que se llevó a cabo en la congregación a la que yo pertenecía me expulsó del registro de la Corporación, en algún momento imaginé que el día que pasara esto iba a sentir angustia en mi corazón, pero hoy me pregunto por qué no fue así. Estoy absolutamente convencido que lo que estoy defendiendo es algo justo y cuando salí de esa iglesia esa noche, todo lo puse en las manos de Dios. Para quienes fraguaron toda la injusticia que hicieron conmigo, probablemente pensaron que esto iba a destruirme emocionalmente, pero se equivocaron, ahora entiendo mejor que lo que pasó en tiempos de Jesús volverá a repetirse, como lo dice la hermana White en el libro EUD, dentro del pueblo de Dios actual.
Las normas de la iglesia, se han convertido en normas que riñen contra la libertad de conciencia, el manual no tiene un solo capítulo que diga que hacer cuando un pastor soslaya algún principio fundamental de la iglesia. Ustedes conocerán hoy como se manejan las cosas dentro de la iglesia de Dios actual.
En la iglesia hay emuladores de Anás y Caifás, y obviamente esbirros de la administración también (Aquellos que cumplen con las órdenes). Ustedes se preguntarán ¿por qué Cheyco está hablando tan fuerte ahora? Responderé a esa pregunta: En la nación judía había una estructura de poder que no podía ser cuestionada y que hoy día es emulada por los líderes de la iglesia; en diversas ocasiones, tanto los apóstoles como los cristianos y el mismo Jesús, fueron llevados a las sinagogas (templos), y a las mismas oficinas de la Conferencia General de los judíos (Sanedrín). El propósito de la Iglesia Adventista era ser un pueblo diferente en el cual el amor tuviera preeminencia, pero lamentablemente se ha cumplido la profecía, y ahora la fuerza es la que ejerce autoridad. En muchas partes de la biblia dice que dado la poderosa influencia que tenía la religión judía, la mayoría no se atrevían a decir nada para no ser expulsados de las sinagogas (Iglesias). Algunos me cuestiona por haberles dicho hipócritas a ciertos hermanos e incluso a algunos pastores, pero ciertamente no me preocupa; siento un compromiso con la verdad, creo que no existe ninguna parte de la biblia en la que Cristo se disculpara por decirles hipócritas a los dirigentes judíos cuando se lo merecían, no tengo porque sentirme mal por eso, si la historia se volvería a repetir. La hipocresía se ha apoderado de la dirigencia, si no sirves para sus propósitos y vas en contra de sus prerrogativas entonces es mejor que seas expulsado. La iglesia actualmente se encuentra perdiendo más adeptos de los que gana y eso tiene que ver más con el testimonio de los líderes que con el testimonio de los hermanos, llámese que sean líderes de iglesia o los pastores mismos. No tienen poder para la predicación. Cuando le mencioné al pastor Ardila que había recibido algunos informes de la campaña virtual hecha en septiembre, y que los pastores estaban decepcionados por las palabras del pastor José De Gracia al decir que habíamos cosechado 1622 almas para Cristo, a quién engañaba. La campaña no tuvo mayor trascendencia porque estaba matizada de mentiras, algunos me informaron que ese resultado estaba lejos de la realidad y que de paso el propio presidente les había dicho que congelaran las colillas de bautismo de Julio, Agosto y Septiembre para introducirlas en la gran mega campaña virtual. ¿Por qué tenemos que realizar labores matizadas con mentiras? ¿Ahora vamos a maquillar los informes de bautismos también? ¿Para impresionar a quién? El propio pastor Ardila reconoció este gran bochorno.
Hace algunos meses atrás cuando ratificaron al presidente, al secretario y al tesorero de la Unión Panameña, lo hicieron directamente desde la División; me imagino que los líderes dirán que en el reglamento operativo ellos tienen esa prerrogativa. Pero vamos a ser realistas, ellos no tenían otra alternativa, nadie quiere tomar la responsabilidad de los problemas que actualmente comprometen a la Unión Panameña, esa es la cruda realidad y verdadera razón de mi expulsión de la iglesia. El pleno de la iglesia ha sido despojado del derecho a elegir a sus líderes por sus méritos. La sucesión administrativa que según ellos es constitutiva y que se encuentra en los estatutos de la iglesia no corresponden al poder que reposa en los miembros, hasta en eso han soslayado el manual de iglesia, que en su página 27 último párrafo, asegura que el poder de la iglesia reposa en la feligresía. Esa fórmula gubernamental es la que ha hecho que hombres como José De Gracia y otros, se enquisten en el poder aunque la gente ya esté aburrida de ellos. El sistema de administración les da un poder absoluto con el cual intimidan, persiguen, hostigan, despiden y excluyen de la comunión de la iglesia a quienes ellos quieren. Se constituyen en dignatarios de todo, y bajo el esquema corporativo dividen en clases sociales, tanto a los pastores como a los miembros de iglesia, utilizando a todo el que puedan, como simples piezas de ajedrez para sus propósitos.
De manera subjetiva, siempre han dicho que atacamos a la iglesia, para que los hermanos sientan que la iglesia es de ellos; con todo respeto, la iglesia no es de los dirigentes, y tampoco de los hermanos, la iglesia es de Dios, y ciertamente es la niña de sus ojos; pero cuando Dios ve que algo está andando mal, los juicios de Dios siempre han caído y de cierto caerán.
LOS ERRORES DE UNA JUNTA ADMINISTARTIVA CONDUCIDA POR EL TERROR DE UN PASTOR, Y EL ODIO DE ALGUNOS LÍDERES DE JUNTA DE IGLESIA
Antes de que terminara la junta administrativa en la que mi proceso de expulsión se llevó a cabo, mi esposa, mi hija y yo, salimos del templo indignados por ver la parcialización con la que el pastor Ardila actuó. Hizo uso de toda artimaña con tal de lograr el objetivo injusto de expulsarme, aun cuando en muchas ocasiones previamente él mismo había reconocido que yo tengo razón, con respecto a lo que estamos señalando acerca de los dirigentes de la Unión. Él no puede negar mis aseveraciones, y de paso tendría que escribir otro artículo, para desglosar todas las cosas de las cuales me enteré por medio de él, y que por confidencialidad y amistad nunca revelé, pero el silencio se terminó, probablemente lo titule “CONFESIONES DE UN MINISTRO” que se yo.
Camino a mi hogar con mi esposa y mi hija, mi hija me dice llorando; no puedo entender como el pastor Ardila, llega a la casa a hablar contigo como una mansa paloma, reconociendo que todo lo que le estás mencionando es verdad e incluso te participa algunos secretos de lo que internamente están viviendo por toda esta situación, y es incapaz de sostener su discurso.
En efecto la indignación de mi hija obedeció a que el pastor manipuló a la iglesia para evitar realizar la segunda pregunta obligatoria acerca de mi expulsión, porque al haber solicitado a los hermanos que levantaran la mano todos aquellos que querían que el hermano Cheyco fuera expulsado, solo 13 levantaron sus manos, todos ellos pertenecientes a solo 3 familias. El pastor hizo una pausa larga en medio de una perorata, y en vez de proceder con la siguiente pregunta en vista del fracaso que veía venir en su misión, solicitó a la secretaria de iglesia que contara cuantos miembros habían asistido esa noche, y el resultado fueron 34. De inmediato un hermano se levantó y le dijo al pastor, yo no estoy de acuerdo con la expulsión del hermano Cheyco, ¿Por qué no hace la segunda pregunta? Luego añadió básicamente que, los hermanos que no habían estado asistiendo con frecuencia después de levantadas las restricciones de salud, en algún sentido no tenían derecho a votar. Es curioso cómo mientras la pandemia se dio en todo su esplendor, los pastores pasaban por los diezmos y ofrendas, pero ahora que algunos hermanos aún no han decidido regresar por diversos motivos con regularidad, no tienen derecho a nada en la iglesia. Comieron y bebieron gracias a las bendiciones otorgadas por Dios a los hermanos, pero ahora no tienen ni siquiera derecho a votar. Rompiendo con el protocolo restrictivo impuesto desde un principio por el pastor para que yo no participara, no podía quedarme callado ante tal injusticia y lo interrumpí, para expresarle mi indignación por la manipulación. Viéndose impelido por la situación, se le ocurre la brillante idea de pedir a los hermanos que oremos nuevamente por el Espíritu Santo, cuando anteriormente ya se había hecho. Esto dio evidencia de su incapacidad para discernir cuando el Espíritu Santo habla; en ese momento fue cuando mi esposa, mi hija y yo, salimos de la iglesia. Según nos cuentan, el continuó incluso presionando a los miembros de la junta para que le dieran un voto favorable. Yo no estaba presente, así que manipuló todo de acuerdo al testimonio que me dieron algunos hermanos, incluso las familias de los acusadores estaban divididas y eso me hace recordar que mi padre nos enseñó a ser independientes en todas nuestras decisiones; en ocasiones tuvimos que votar en contra de algunas de sus disposiciones, pero nunca fue coercitivo con nosotros, porque él sabía que en la individualidad de conciencia de cada uno, trabaja el Espíritu santo. Sé que hay algunos que fueron manipulados por el pastor o por sus familiares cuando no quisieron votar positivamente a la primera pregunta del pastor, y no los culpo cuando posteriormente fueron obligados, y oro por ellos porque sé que Dios trabaja en sus corazones. Haberme expulsado de la congregación, por estar del lado de la justicia y de la verdad, para mí es un privilegio, porque por la verdad murió Cristo. Pertenecer a una iglesia en la que solo algunos hermanos son verdaderamente sinceros, y no son miembros necesariamente de la cúpula administrativa de la junta, es como llevar una cruz solo por motivo de ellos. Sigo, y seguiré siendo Adventista del Séptimo Día hasta la venida de Cristo o mi muerte, y predicaré el mensaje pero no para los que no quieren ver, sino para aquellos que si pueden y quieren ver. La iglesia está en nuestro corazón, y nuestro código de conducta esta en las Sagradas Escrituras, así mismo nuestro testimonio es Cristo Jesús. Los cuatro sujetos que fraguaron mi expulsión, son suficiente razón, para que yo no quisiera estar en la iglesia Betel por muy bonita que parezca. Todas las veces que por mí se dio una reunión en ese lugar, escuché a muchos hermanos decir, allí no estaba el Señor; veían el odio fomentado por una cortina de humo llamada oprobio, supuestamente por haber mencionado el nombre de la iglesia Betel en una denuncia que salió publicada en el periódico, pero en el fondo el verdadero propósito era salvarle el pellejo a los líderes de la Unión, que no serían capaces de confrontar nuestras preguntas, por que no tienen respuestas que dar, ante toda la congregación adventista. Los hermanos que sucumben a los mensajes subjetivos de los líderes no tienen un pensamiento objetivo ni individual, y echan por tierra los fundamentos de una iglesia que proclama libertad. El último inciso, y que fue en el cual el pastor hizo mayor énfasis obvio; tenía que ser el desconocimiento de los líderes por parte mía, ese fue el propósito desde un principio; debo admitir que probablemente el pastor se encontró ante la disyuntiva de: o lo sacas, o te despedimos, era su cabeza o la mía, porque así trabajan los actuales líderes que tenemos; o quizá le prometieron ordenarlo, asunto por el que se queja constantemente por la injusticia del pastor José De Gracia, según él.
El propio pastor Ardila me confesó algunas cosas; esto lo digo abiertamente, porque fue la forma en la que el utilizó mis argumentos para defender su pellejo, aun cuando le dije que no le iba a denunciar a él ni al pastor Abdías, por persecución, intimidación y hostigamiento, como se hizo en Panamá con el pastor Eluvinio y el pastor Pablo Martínez; y me tomé este riesgo a pesar de la negativa de mis compañeros y mi abogado, porque hasta cierto punto yo los consideraba víctimas de las circunstancias, especialmente a sus familias, pero a ellos les importó muy poco mi familia, y el estado de mi espiritualidad, para ellos los pastores y sus círculos, son más importantes que la hermandad. Cuenta el pastor Ardila que el pastor Noel, al cual muchos conocen, le dijo en una reunión, que por allí decían que le había quedado grande el caso de Cheyco, quizá esto fue una motivación para manipular a como diera lugar mi expulsión, entender que ahora los administradores de la Unión necesitan dinero para defenderse de las supuestas acusaciones, pidiéndoles a los campos dinero para pagar abogados es un sacrilegio que emana de las amenazas veladas que José De Gracia nos hizo el día 9 de octubre del 2019, y que activo automáticamente nuestro mecanismo de defensa, y de lo cual les hablaremos muy pronto. Ellos no pueden borrar mis 54 años de pertenecer a la iglesia Adventista solo por borrarme de un registro, ese es un sello que llevo en mi corazón y en mi alma, lo que sí hicieron es, sacarme de una Corporación con un gobierno coercitivo que le hace pensar a los hermanos que si no están inscritos en ella y no diezman, no entrarán en el reino de los cielos. No se equivoquen estimados pastores, por algo la sierva del Señor decía que los pastores deberían recibir consejos de los ministros de antaño, porque de esta manera se evita que tantas malas costumbres se infiltren en la organización, cambiando los conceptos de santidad y de salvación, por métodos de presión sicológica.
Según lo que me dijo el pastor Ardila, no sé si sea verdad o sea mentira; más de cincuenta mil dólares se han invertido en abogados por algo que ellos hicieron y de lo que deben dar una explicación, y dado que no tienen recursos están solicitando a los campos que sufraguen este gasto. Yo les recomendaría a los dirigentes, que pidieran un préstamo al Fondo Solidario de Auto gestión, Emergencia y superación Académica (Antiguo Fondo Rotativo) si no tienen dinero, y que paguen al 10.5% de interés igual que los demás, en vez de gastar los fondos de la iglesia para defenderse, puesto que la iglesia no es culpable de las decisiones de los líderes. Estamos claros que el mensaje de la dirigencia es que, no importa que nosotros diezmemos y ofrendemos, no tenemos derecho a reclamarles nada, porque la estructura administrativa que ellos tienen, solo se debe a sus dignatarios y las juntas directivas de las Uniones, Asociaciones y Misiones respectivamente y no a las juntas de las iglesias locales. Por lo tanto ellos consideran que nuestra solicitud de rendición de cuentas es infructuosa, porque somos simples donadores, y esto no lo dicen a la hermandad, pero si lo manifiestan ante las autoridades tal y como lo hemos comprobado.
Apreciados hermanos en toda la república de Panamá; la sierva del Señor manifestó grandes verdades acerca del cuidado especial de Dios por su pueblo, pero no podemos subvertir los principios de Dios. La iglesia es un grupo de personas, que nos debemos a los principios del cielo y no a las voluntades humanas; hay muchos religiosos en la iglesia pero pocos cristianos, el verdadero cristianismo está en coexistir los hermanos juntos en armonía y no en estar buscando el protagonismo del liderazgo, para hacer ver que sabemos más que los demás, hemos caído en esta trampa de Satanás. Quienes se aferran al poder solo demuestran que su amor está en la fuerza para controlar a sus semejantes.
Cuando una lucha no tiene sentido ni fundamento, no hay porque llevarla a cabo, pero cuando todo indica que es necesario un cambio, solo los que tienen fe verdaderamente, se sentirán impelidos a cumplir con esta misión. No se equivoquen hermanos la iglesia no es el barco de salvación, el barco de salvación es Cristo. La iglesia es un lugar en el que la armonía debe reinar por encima de la incongruencia de los líderes.
La sierva del Señor dijo en el libro alza tus ojos en la página 313 parágrafo 5: Dios posee una iglesia. No es una gran catedral, ni la iglesia oficial establecida, ni las diversas denominaciones; sino el pueblo que ama a Dios y guarda sus mandamientos. “Porque donde están dos o tres reunidos en su nombre, allí estoy yo en medio de ellos” (Mat. 18:20) Aunque Cristo esté aún entre unos pocos humildes, ésta es su iglesia, pues solo la presencia del Alto y Sublime, que habita la eternidad puede constituir una iglesia.
¿Cuál es el temor? ¿Ser desfraternizados? Cada fiel que fue separado del pueblo judío por su cristianismo, se liberó de un yugo que no se formó en dos días, fueron años de descomposición. La Iglesia Adventista inició como el movimiento que haría la diferencia, y en una sola generación lo logró, pero como seres humanos, Dios sabía que podríamos volver a desfigurar sus principios, y elaboraríamos leyes, que irían en contra de la Declaración Universal de Derechos Humanos constituida por Dios a través del libre albedrío. Dios no nos dejó en sometimiento a los demás, dejó normas claras que infundan respeto a su santidad, pero cuando se cambian las prerrogativas y apuntan a los líderes para ser casi endiosados como dijo la hermana White, Dios quita su bendición y quienes se adhieren a estos principios humanos llevan parte de sus maldiciones. Cuando las prácticas de los líderes son evidentemente malas, hay que subrogar a los dirigentes para frenar la apostasía, pero para mí concepto ya no hay tiempo que perder en concientizar a líderes que se consideran supremos, hay que amonestar a la iglesia.
Existió alguien que se podía enorgullecer de su currículo, ese era el apóstol Pablo, cuando habló a los filipenses especialmente les dijo: circuncidado, judío de judíos, de la tribu de Benjamín, en cuanto a celo perseguidor de la iglesia, en cuanto a la ley irreprensible, en cuanto a las tradiciones Fariseo, hebreo de hebreos, y eso sin mencionar mucho más, pero si alguien piensa que tiene más títulos que Pablo, que lo diga, estoy seguro que no lo vamos a encontrar; sin embargo el apóstol Pablo dijo: ¡cuantas cosas eran para mi ganancia! las he estimado como pérdidas por amor a mi señor Jesucristo y a la verdad. Esto me conmueve profundamente cuando pienso en la admiración que yo tenía por un pastor, que prefirió rendirse a la injusticia por el plato de lentejas que los dirigentes le han ofrecido.
Todos estamos concientes que el tiempo se está acabando, y no soy el único que será echado de la sinagoga por defender la verdad. Los que fueron echados de las sinagogas nunca perdieron la fe; seguir luchando desde adentro por la verdad es necesario, porque quienes tengan el valor deberán levantar su voz para amonestar a la iglesia a pesar de las consecuencias, lo harán para que los que han de despertar y abrir los ojos como lo hizo el ciego cuando fue echado de la sinagoga en tiempos de Cristo, puedan ver más allá de la ceguera física, y nazcan a la luz de una verdadera visión espiritual. El remanente del remanente del cual yo no entendía mucho, será ese pueblo invisible que expulsarán, no que abandonará la iglesia, porque eso sería cobardía, amonestarán a la iglesia hasta que llegue la hora de ser expulsados, pero nada de esto tendrá que ver con algo doctrinal, sino con el apego al poder y la manipulación de los dirigentes tal como en el tiempo de Jesús; pero estos fieles conservarán una fe pura basada en los principios que nunca debieron ser subvertidos en la iglesia de Dios. Tenemos Corporaciones, Asociaciones y Misiones, pero ninguna dice por ningún lado “iglesia” dentro de las constituciones jurídicas, ni siquiera por una reivindicación, y estoy seguro que estos líderes ni siquiera entienden lo que acabo de expresar. Los echados de los templos, como en el tiempo de Cristo se reunirán en sus hogares y predicarán el mensaje con denuedo en la medida de sus posibilidades, preparándose para el derramamiento del Espíritu Santo, para la hora undécima. El concepto de Pequeñas Congregaciones, utilizado como un preconcepto de evangelismo, asegurando haber descubierto el agua tibia; realmente no obedecerá a una idea cultivada por dirigentes que creen que así es como funcionan las pequeñas congregaciones. Las Pequeñas Congregaciones surgieron de la necesidad de reunirse en los hogares a partir de la dispersión de los primeros cristianos. Allí, en la intimidad del hogar, el verdadero remanente del pueblo de Dios aparecerá como una antorcha poderosa que con sus testimonios alcanzarán al mundo entero, aunque probablemente seremos denunciados ante distintas autoridades para que quienes dicen ellos que somos rebeldes, seamos perseguidos por nuestra propia familia cristiana, y probablemente nos tocará testificar ante el mundo, algo para lo que yo, ya estoy preparado, porque mi mayor temor es desobedecer a Dios. Por eso el último gran mensaje dirá lo siguiente: Temed a Dios y dadle gloria porque la hora de su juicio ha llegado.
La cobardía de muchos pastores, ha permitido que estos líderes lastimosamente lleguen tan lejos. Casi todo lo que yo había escrito desde hace cuatro años, se ha cumplido a pesar de que no soy un profeta; solo hay que tener los ojos bien abiertos para poder ver, porque viene más. La masificación de los entretenimientos que ya son costumbre en el entorno de la iglesia nominal, no hacen más que cultivar el alter ego de los hermanos, con respecto a líderes que creen que por reunir a un gran número de personas en un evento son ampliamente exitosos.
Termino diciendo a quienes tienen temor de ser echados de la Corporación que no los culpo, a todos se nos ha instruido así; podemos seguir predicando el evangelio con las mismas premisas que obedecen a nuestro mensaje, ellos no lo pueden impedir. Tampoco pueden echarme de las iglesias si es mi deseo asistir a alguna en particular, de igual forma me seguiré alimentando de algunos instrumentos que Dios tiene aún en medio de la Corporación; llegará el momento en que Dios les hará el llamado a disentir poderosamente contra las actividades espurias que han popularizado. Poco a poco, se está acercando la hora en la que ellos no tendrán otra salida que rendirse a la verdad.
Ellos están negando los testimonios y los usan de forma parcial, pero la sierva del Señor asegura algo que ellos quieren negar por motivo de sus privilegios y de su seguridad económica. La propia hermana White advirtió que en un momento llegó a, no considerar la voz de la Conferencia General, como la voz de Dios, y si estuviera viva hoy en día, creo que se espantaría de ver en lo que se ha convertido la iglesia, pero al menos nos dejó una luz que nos ayuda a saber lo que ha de suceder, “lo que pasó en el tiempo de Jesús con los judíos, se volverá a repetir en la iglesia”.
Reitero que la Iglesia Adventista no es el problema, el problema es el poder coercitivo que se ha apoderado de sus dirigentes y que ha despojado a la mayoría de su individualidad. En las iglesias donde los principios de Cristo no están, se usa la fuerza para limitar el pensamiento individual. El deseado de todas las gentes página 13 dice que: “El ejercicio de la fuerza es contrario a los principios del gobierno de Dios; el desea tan solo el servicio de amor; y el amor no puede ser exigido; no puede ser obtenido por la fuerza o la autoridad”. La salvación está en Cristo, y déjenme decirles que hay hermanos evangélicos que ya han aceptado a Cristo, y que lo único que les falta es aceptar la verdad del sábado, pero ellos ya están salvos, no necesitan venir a nuestra iglesia para estar salvos; pero nosotros, resulta que guardamos el sábado pero no aceptamos la verdad en Cristo, entonces quien está más perdido. Una de las razones más poderosas que me llevó a levantar mi voz de protesta es que, si la institución religiosa a la que pertenezco se contradice con el mensaje de la biblia, mi deber como protestante es seguir lo que mi conciencia individual me dicta a la luz de la Palabra de Dios.
Cuando los principios de la iglesia se subvierten, para utilizar la fuerza y mantener un mismo pensamiento a pesar del error, es momento de llamar al desafuero de los dirigentes y eso es lo que debe suceder en Panamá. Mi conducta no define a la iglesia, el gran problema es que, saben que la conducta de ellos sí; por esta razón no tengo ninguna preocupación, Dios ya está tomando control, ellos creerán que han triunfado con sacarme de la obra y que mi espíritu está por el suelo, pero Dios ya está por pasar factura, mi desfraternización estaba en el presupuesto, y tenía que ser un daño colateral, pero sigo con los ojos puestos en la cruz, esa es mi fortaleza.
Mi filosofía es simple: cuando veas algo que no está bien, no es justo, no es noble, no es razonable; tienes la obligación moral de decir algo, de hacer algo, levántate y exprésate. No pueden evitar que guarde el sábado, no pueden evitar que predique el mensaje y mucho menos pueden impedir que yo diga que pertenezco a la Iglesia Adventista del Séptimo, porque en lo que a mi concierne, ellos no son dueños de una personería con el nombre de Iglesia Adventista del Séptimo día, el control de ellos sobre mí, terminó; solamente Cristo gobierna mi vida y así será hasta la segunda venida, pero nada me impedirá abogar por la verdad, Dios bendiga a toda la hermandad.
Respetuosamente y con amor,
Cheyco Centeno
3 comentarios:
Al señor Jesús lo echaron del templo también. A la sierva de Dios, por ir en contra de la dirigencia en el año 1888 en el Congreso de Mineápolis, también la mandaron al exilio, pero para algo mejor, al apóstol Juan, lo mandaron a la isla de Patmos, y fue una bendición para todos los tiempos, El Señor sabe muy bien quien eres tú, Cheyco Centeno, me alegra mucho leer que no estas amedrentado ni nada por el estilo, no estas solo en esto, lo sabes, pronto todas estas cosas, concluirán y la paga al fin se las darán a todos aquellos que mantuvieron el estandarte de Jesús en alto. Dios te bendiga mi hermano, el pecado alcanzará siempre al que trata de eludir su responsabilidad. Sus pecados los alcanzarán.
Dios siga fortaleciendo tu Fé mi hermano y Amigo Checo nuestra prioridad es obedecer la palabra de Dios y no la de hombres incapaz es de hacer la voluntad de Dios
Dios tenga misericordia de nosotros y nos ayude desechar nuestra voluntad y hacer la voluntad de Él
Bendiciones a tu Familia Amigo
Con Oraciones Angel Atencio le apoya a la defensa de la verdad
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