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martes, 13 de abril de 2021

LA VIOLACIÓN AL DEBIDO PROCESO EN LOS JUICIOS ECLESIÁSTICOS

 

POR: CHEYCO CENTENO

            Hay un viejo dicho que reza que, “Las reglas fueron hechas para romperse”, pero esto no aplica al entorno eclesiástico. En el entorno eclesiástico deben primar los principios de la equidad y la justicia, pero también es muy fácil manipular los conceptos y convertirlos en argumentos subjetivos fuera de la norma para hacerlos valer.

            Pesa sobre las conciencias de los cristianos la responsabilidad de ser justos en lo que hacemos. Cuando nos salimos de las normas pisoteamos nuestros principios y socavamos nuestra identidad, por eso el apóstol Pablo nos dice que hagamos todo decentemente y con orden.

            Hace un tiempo atrás comenzamos una lucha contra algo que consideramos es justo en referencia a la conducta de la dirigencia de nuestra organización en Panamá. Estamos conscientes que a muchos no les agrada que nuestro nombre haya sido puesto entredicho dado el absoluto silencio que se ha guardado por parte de los dirigentes, quienes no quieren dar explicaciones de lo cuestionado. Se han dedicado no solo a atacarnos porque dicen que nosotros los hemos atacado, sino a perseguir a quienes son nuestros amigos de forma indiscriminada y violando todos los procesos de nuestros manuales de orden y disciplina, vetándolos por el simple hecho de querer escuchar lo que tenemos que decir, sin embargo lo único que nosotros hemos hecho, ha sido pedirles una rendición de cuentas transparente a la cual toda la hermandad en Panamá, tiene derecho.

            Muchos se preguntaban ¿porque Cheyco ha guardado silencio en los últimos meses? La respuesta es simple: Para tranquilidad de los dirigentes, la mayoría de los hermanos que han entrado a nuestros conversatorios lo han hecho solo por curiosidad y por su propia voluntad, en su gran mayoría la hermandad es ecléctica o neutral en una disputa que nos involucra a todos. Pero mi silencio obedece a una simple observación de los movimientos eclesiásticos que los dirigentes de nuestra organización han venido realizando ultimamente, para desviar la atención de la hermandad, de lo que verdaderamente es importante que ellos expliquen.

            Hace casi un año y medio, varios líderes entre ellos el Pr. Eluvinio Castrellón y el Pr. Daniel Sánchez, aseguraban bajo un falso testimonio que, quienes estábamos al frente del reclamo, éramos miembros desfraternizados y disidentes. Existe un sinnúmero de testigos que nos compartieron estas palabras que de paso fueron una gran mentira, muchos nos llamaron para decirnos semejantes comentarios expresados por estos señores. Siempre he respetado a los ministros, sin embargo no puedo dar crédito a que, un pastor haga uso de la mentira para manipular las mentes de los hermanos. Ahora explicaré con lujo de detalles lo que ha pasado en este lapso de tiempo.

PARTE I: CONTROL DE LA DISENSIÓN

            Todo Adventista del Séptimo Día ha sido adoctrinado sobre la base del debido respeto a nuestros principios. A pesar de ello existen muchas maneras de transformar el respeto por los principios en temor y esto ya lo han logrado. No vamos a hablar en esta ocasión de los aspectos jurídicos, eso lo harán las autoridades. Ellos dicen estar ganando demandas, pero bien saben que no existen tales demandas; por lo pronto lo que se ha dado es una investigación superficial, esperamos estén preparados para todo lo profundo, porque nosotros, lo estamos.

            Hablaremos más bien del orden eclesiástico, de nuestros principios, de nuestros fundamentos y de la administración de justicia en nuestro entorno. Seremos prolijos en el enfoque de todo lo que ha sucedido en nuestro medio, para que la hermandad entienda que en algún momento de sus vidas cristianas, las dudas los asaltarán y que el carácter de sometimiento a través del control de la disensión, no les permitirá hacer ningún reclamo si todo esto no termina ahora.

            Todos en la iglesia saben lo que está sucediendo, cada uno tiene su criterio al respecto y lo respetamos, pero la única diferencia que hemos tenido con los dirigentes, es que estos señores se han negado a presentar una rendición de cuentas transparente y eso ha sido un pecado imperdonable para ellos. Los mecanismos de seguridad y de control de la disensión fueron activados desde el momento en que aparecimos nosotros en el radar de la tranquilidad que siempre habían ostentado, nadie puede cuestionar, nadie puede ver, nadie puede señalar algo malo, porque para ellos todo esto es pecado.

            Uno de los derechos más antiguos del ser humano es el derecho a la libertad de expresión, en definitiva y constitucionalmente cuando ese derecho se pierde, pierde la democracia. La opinión pública en estas circunstancias es calificada como un ataque y es lo que han promovido los dirigentes de la organización. Las mentes débiles son controladas por individuos que sin escrúpulos manipulan los principios y las normas para alcanzar sus objetivos. No obstante en la iglesia debe imperar el amor y la compresión, para ellos solo será válida si sirve a sus intereses. Para aquellos que no entiende ¿qué es el control de la disensión? Es una metodología que busca reducir los niveles de desacuerdo con los dirigentes para minimizar en la mente de cada persona como la misma palabra lo dice, su capacidad de disentir con ellos. A ellos únicamente les funciona que el pueblo piense y actúe como lo necesitan, sin cuestionar absolutamente nada, a esto lo podemos llamar absolutismo.

PARTE II: VIOLACIÓN AL DEBIDO PROCESO

            La iglesia está enterada o al menos lo suponen, que en algún momento la dirigencia ejecutaría algún movimiento para aplacar lo que ellos llaman un levantamiento disidente, nada más lejos de la realidad. Quienes me conocen saben que no busco dividir la iglesia, no he formado agrupaciones, pero soy rápido para pensar y actuar. Cuando la pandemia inició, fui uno de los primeros en el mes de marzo del 2020 en crear una plataforma familiar con mis padres y mis hermanos y los familiares de mi esposa. Aún los dirigentes no sabían que iban a hacer, ni siquiera los de mi iglesia. Aunque era una plataforma familiar y gratuita, fue la primera y algunos hermanos me solicitaron unirse a nosotros y durante meses pudimos realizar todo tipo de actividades como campañas, vigilias, semanas de oración y todos los cultos incluyendo los sábados con invitados incluso del extranjero. Nunca he incitado a la retención de los diezmos y en medio de esta plataforma nunca promoví el hablar de la situación que estamos atravesando y menos en medio de los cultos. Ahora bien, ellos por el contrario aprovecharon hasta los días de reposo para indicar que estaban siendo atacados y en repetidas ocasiones hacer uso de mentiras para dar fuerza a sus argumentos.

            Con estas herramientas lograron que se iniciara un proceso en mí contra en la congregación a la que asisto. A través del manejo de las conciencias, elaboraron una estrategia en la que los dirigentes de la organización evidentemente no aparecieran como los orquestadores de este proceso de desfraternización o exclusión como ahora lo llaman. La prerrogativa de ellos era excluirme de la iglesia, pero la historia fue otra.

            Recibí la notificación extemporáneamente para la realización de esta junta, es decir cinco días antes, (primera anomalía), debí recibirla dos semanas antes según la norma, apoyados en las clausulas número 9 y número 11 de los motivos de disciplina del manual de iglesia, la misma se llevó a cabo el día 1ro de febrero de 2021 a las 6 de la tarde y presidida por un ministro sin autoridad para llevar a cabo este acto (segunda anomalía). Limitaron mi defensa en veinte minutos y deliberaron cuarenta y cinco para decidir desfraternizarme y llevarme a una junta administrativa que se dio el sábado 13 de marzo a las 6 de la tarde, añadiendo a los motivos de disciplina el punto número 10 del manual de iglesia (algo que inventaron como un nuevo punto de controversia y que no pueden probar), entonces desperté y me di cuenta con quienes estaba tratando. El ataque fue frontal y despiadado por lo que mi pensamiento cambio. Instrumentos directos de la administración poco a poco fueron dejando de manifiesto quienes verdaderamente actuaban detrás de ellos, aunque todo esto para mí no era nuevo, era de esperarse. El objetivo en el fondo era y es neutralizarme por completo y excluirme de la comunión de la iglesia, asunto que para ellos se ha complicado, pues en medio de todas las anomalías de la junta administrativa que estuvo cargada de violaciones, el pleno de la iglesia no quería ni desfraternizarme, ni disciplinarme en su gran mayoría. Quedaron en evidencia quienes eran y son los instrumentos de la conspiración, por lo que muchos preguntaron: porque los dirigentes no venían a la iglesia y respondían por los cuestionamientos, pero la pregunta era evadida como si todo esto no tuviera que ver con los líderes de la organización.

            Los dirigentes de la UNIÓN no bajan del olimpo para dar explicaciones, utilizan instrumentos para realizar el trabajo sucio que ellos no pueden hacer porque no es de su competencia. Pese a la inconstitucionalidad del pastor para presidir ambas juntas, tanto la junta de iglesia como la junta administrativa, no conforme con esto después de  haberse tomado la decisión, realizaron una junta de iglesia posterior para incluir otras enmiendas no aprobadas por la junta administrativa para coartar mi libertad de expresión, entre ellas la más importante era que yo no siguiera publicando nada acerca de los dirigentes ni de lo que sucede actualmente en nuestro medio, ¿qué motivo esta solicitud? No hay que pensar demasiado, para suponer de donde descienden estas iniciativas.

            Podría detallar incluso mejor todas las anomalías que se dieron en este proceso viciado de violaciones, sin embargo sería muy redundante mencionar algo que casi toda la hermandad suponía que habría de pasar conmigo, esto no es nada nuevo, los hermanos en todo el país estaban a la expectativa del momento en que la organización comenzara a ejercer presión para mi expulsión de la comunidad adventista, pero el verdadero dueño de la obra aún me mantiene aquí, porque esta es su iglesia y seguiremos luchando desde adentro y no desde afuera.

            Quiero dejarles bien claro, la iglesia es de Dios, no es de los dirigentes y Dios pondrá espíritu de sabiduría en los corazones de los hermanos para actuar en base a sus requerimientos y no en base a los requerimientos de los líderes. La iglesia puede que sea estremecida pero no caerá, es posible que se dé un gran zarandeo, sin embargo quiero reiterar lo que ya les había mencionado antes, no tenemos nada que temer al futuro, al menos que olvidemos como el Señor nos ha dirigido en el pasado.

PARTE III: UNA ORACIÓN DE FE

            Con toda honestidad, al principio pensé que los dirigentes lograrían el objetivo de excluirme de la iglesia. El mismo sábado de la junta administrativa alrededor de las tres o cuatro de la tarde, me arrodille en la sala de mi casa e hice una solicitud al Señor: si todo esto proviene de ti no permitas que logren sacarme de la iglesia y en efecto Dios me respondió. El pastor que oficiaba la junta administrativa de esa tarde sin estar debidamente acreditado para tal fin, confirmo que según la norma del manual de iglesia debía ser excluido o disciplinado y se aferró a ello para cumplir una misión predeterminada, pero nunca dio cabida al derecho subjetivo de la absolución simplemente porque no está escrito en el manual, aunque muchos hermanos lo demandaban. Esta prerrogativa jurídica existe, pero simplemente la pasaron por alto, porque el objetivo era expulsarme de la iglesia pero no lo lograron, porque Dios en un acto de misericordia hizo uso a la hermandad para que yo fuera disciplinado únicamente por seis meses. En ninguna parte del mundo y bajo ninguna jurisdicción, nadie puede ser juzgado dos veces por un mismo motivo, por lo que considero que la disciplina fue un acto de Dios que incluso para los líderes de la iglesia se hizo latente queriendo modificar la sentencia aprobada por el pleno de la iglesia, en una junta de iglesia posterior. Debemos esperar hermanos, que las investigaciones y todo, sigan su curso, porque si al final estamos equivocados, lo reconoceremos y aceptaremos nuestra culpa no importando las consecuencias, pero todo esto no es un asunto de la hermandad, es un asunto de la dirigencia y lo han querido trasladar al juicio de la feligresía para lavarse las manos, pero quiero compartirles las palabras de Gamaliel en el libro de Hechos Cap. 5:34-39: 34 Entonces Gamaliel, un fariseo que era doctor de la ley y a quien todo el pueblo respetaba, se levantó ante el concilio y ordenó que sacaran por un momento a los apóstoles; 35 luego dijo: «Varones israelitas, piensen bien en lo que van a hacer con estos hombres. 36 Hace ya algún tiempo, se levantó Teudas, quien se jactaba de ser alguien, y logró que se le uniera un grupo como de cuatrocientos hombres; pero lo mataron, y todos los que lo seguían fueron dispersados y exterminados. 37 Después, cuando se hizo el censo, se levantó Judas el galileo y logró que muchos del pueblo lo siguieran. Pero también lo mataron, y todos los que lo seguían fueron dispersados. 38 Por eso les digo ahora: Olvídense de estos hombres. Déjenlos. Porque si esto que hacen es de carácter humano, se desvanecerá; 39 pero si es de Dios, no lo podrán destruir. ¡No vaya a ser que ustedes se encuentren luchando contra Dios!

PARTE IV: VETOS Y RESTRICCIONES SIN SENTIDO DE PARTE DE LOS DIRIGENTES

            El desconocimiento y mal manejo de las normas establecidas, son las herramientas de coacción para la violación al debido proceso. El arbitraje de ministros sin conocimiento está desfigurando la justicia aplicada en los juicios eclesiásticos, casi ninguno de ellos sabe en concreto el uso de estos recursos  para establecer una disciplina correcta y sin abusos de acuerdo a los estatutos.

            En el carácter de LA VIOLACIÓN AL DEBIDO PROCESO, participan desde el presidente de la unión hasta el más pequeño de los hermanos de junta de iglesia que ignoran la aplicación de las normativas del manual. Los más débiles son manipulados y se convierten en lo que solemos llamar YES MAN. Hombres y mujeres que dicen sí, al ejercicio de la tergiversación de los argumentos distorsionados por pastores y dirigentes que no entienden la semántica interpretativa de cada clausula disciplinara o en un sentido más claro, el ejercicio de la norma.

            Debido a mi participación en las redes sociales y en las plataformas, muchas personas conocen un punto de vista diferente acerca de los aspectos administrativos de nuestra obra en Panamá. Sabemos claramente que esto no ha sido del agrado de los dirigentes de la obra, pero no tienen el valor de confrontarnos ante una hermandad sedienta de respuestas, es más fácil recurrir a quienes en las iglesias se deben comportar como serviles de una administración que no sabe qué hacer para sacarnos de la iglesia y despojarnos de nuestros legítimos derechos como miembros.

            Se escucha por ahí de unas listas elaboradas con nombres de hermanos que han participado en nuestros conversatorios. Estos conversatorios no tienen el objetivo de dividir a la iglesia como lo han querido decir, más bien son conversatorios informativos para que la hermandad comprenda que algunas cosas que se están haciendo en nuestro medio no son correctas. Cada persona tiene la libertad de escuchar y decidir por sí misma. No hemos utilizado templos para estas reuniones e incluso los dirigentes han sido invitados para defender sus puntos de vista pero no lo han querido hacer. ¿Quién les da el derecho a estos dirigentes de controlar el libre albedrío de cada hermano?

            Por órdenes de los dirigentes superiores, se emite un pronunciamiento para no dejar participar en ningún tipo de actividad a estos hermanos sindicados por haber participado de alguno de nuestros conversatorios. En esta acción hay dos posibles escenarios, el primero es que; haciendo uso de su investidura de líderes máximos hayan emitido una orden dictatorial para vetar por encima de la norma a todos estos hermanos, convirtiendo esta acción en (Abuso de Poder) o (extralimitación de funciones). La número dos es que; verdaderamente a causa de su ignorancia acerca del uso del manual, parece que no supieran que esta prerrogativa lleva un proceso disciplinario y que la única institución capaz de aplicar estas medidas es la iglesia local.

            Enviar comunicados para vetar a hermanos que no han hecho nada más que escuchar o preguntar, tiene un solo nombre, INTIMIDACIÓN. No es un ataque contra mí, es un mensaje implícito para la feligresía en general, es decir; cualquiera que escuche a Cheyco, a Javier o a Iris, tendrá que sufrir las consecuencias, básicamente una advertencia inquisitiva.

            Ningún presidente y ningún pastor pueden tomarse la atribución de ordenar de manera directa el veto de ningún hermano de la iglesia, esto solo lo puede hacer la junta administrativa de la iglesia local si lo consideran justo, es decir el pleno de la iglesia, ni siquiera la junta directiva. La junta directiva lo puede recomendar, pero nada que no haya sido aprobado por el pleno de la iglesia puede ser admitido como una sentencia ejecutoria.

            Es por eso que en este tema yo tengo que admitir la poca pericia de los pastores y los líderes en el manejo de las normas disciplinarias en nuestro medio, cada dirigente aplica de a dedo lo que él cree que es factible para él, sin haber hecho un estudio concienzudo de cuáles son las directrices que se deben seguir en un proceso. Han metido la pata vez tras vez, lo que me hace pensar ¿Cómo llegaron a ser dirigentes de la obra ignorando los debidos procedimientos en todo?

PARTE V: UN GREMIO PASTORAL ATERRORIZADO POR UN SOLO HOMBRE

            Se acerca el tiempo en el que cada uno de nosotros deberá defender su fe, pero cada vez que veo a los pastores que tenemos, maniatados por un sistema opresivo y sin alternativa de librar una batalla justa, me pregunto ¿Cómo todos estos ministros atemorizados por perder su trabajo han defendido a un hombre que los ha humillado y los ha tratado como si no valieran nada? ¿Cómo tendrán valor de defender su fe, si ni siquiera pueden defender su dignidad y la dignidad de la obra de Dios ante la injusticia?

            La mayoría de los pastores, andan proclamando a los cuatro vientos que la iglesia está siendo atacada, sin embargo cuando todo esto inició y vieron una luz de esperanza a través de los reclamos interpuestos por nosotros, nos hablaban y decían: ojalá ustedes puedan lograr un cambio en la obra para que todo lo que estamos viviendo termine lo más pronto posible. Muchos nos llamaban para saber cómo andaban las cosas con el afán de buenas noticias, sin embargo al dilatarse el proceso y ver que aún no estaba pasando nada, comenzaron a rendirse a las pretensiones de los dirigentes máximos y a confrontarnos como ejecutores de las órdenes superiores.

            Exteriorizar una forma de pensar diferente no está permitido para los ministros, hay una programación establecida en ellos y se resume en defender la obra no importando si lo que se está haciendo está mal, esta es la premisa. Es por eso que la sierva del Señor es clara cuando dice que un ministro debe primeramente tener vocación, de esta manera tendrá un criterio más amplio e individual para emitir un juicio, pero entendemos que desde las mismas aulas de clase ellos vienen siendo programados para defender a la organización aunque se desplomen los cielos. Cuando un pastor hace uso de artimañas para lograr cumplir los objetivos de dirigentes ofendidos porque se les lleva la contraria con justa razón, no están trabajando para Dios, trabajan para el enemigo, ¿Cuántas veces no vimos este caso en la palabra de Dios para hacer uso de la injusticia? Se han convertido en agentes perseguidores e investigadores privados para saber cómo dar solución satisfactoria a las demandas de sus jefes, ya no tienen criterio propio, los han despojado de su  dignidad y lo que es más ya no tienen uso de razón de lo que es santo y lo que es profano. Son ellos los que deberían estar al frente de esta lucha que estamos librando, además no son ellos los que pueden sacarnos de la iglesia, son nuestros propios hermanos y procuran manipularlos para lograr este objetivo, pero Dios no lo ha permitido. La mayoría de los hermanos están claros al respecto de quienes son los que deben dar explicaciones y ya lo están manifestando. No hemos creado un movimiento divisionista, ellos lo están haciendo a través de las decisiones que están tomando para vetar y restringir a hermanos que solo quieren saber la verdad.

            Probablemente esto no estaría pasando, si los dirigentes dieran la cara y respondieran a cada una de las interrogantes que tenemos al respecto de muchas cosas, pero no hay explicación que valga la pena porque no la tienen. El temor de ellos es que otros hermanos de amplio criterio y conocedores, se den cuenta de cosas que ni siquiera tenían idea, necesitan que sean sus abogados los que expliquen con mundanas teorías y estrategias todo lo que se ha hecho para poder quedar bien. Quizá logremos que se dé una reforma en la iglesia o quizá no, pero no será porque fuimos impasibles. Sé que no estamos equivocados en nuestra lucha y si fracasamos en el intento estoy seguro que no lo haremos por algo injusto, reitero que nuestro único objetivo es que la iglesia vuelva a la espiritualidad que antes se tenía, aunque todos saben que no somos perfectos, pero si hay algo claro para mí es que, no será por el apoyo de pastores llenos de cobardía, será por hermanos llenos del poder del Espíritu santo y de valentía que Dios hará una gran obra de reforma en su iglesia.

            Muchos se preguntan ¿por qué se ha dilatado tanto el proceso? La respuesta es que, esto no depende de nosotros, ni siquiera de las autoridades, todo depende de Dios, recordemos que el tiempo de Dios es perfecto y como han dicho muchos Dios está al control. Reitero que, llenar la cabeza de los hermanos de argumentos triunfalistas no son precisamente las cosas en las que deberían estar pensando. Lo que verdaderamente deberían estar pensando es, ¿Qué van a responder cuando sean cuestionados bajo el juramento sobre la biblia? Recordemos que un juramento sobre la biblia es un acto que pone a Dios por testigo de la verdad de un hecho o de la sinceridad de una promesa, este debe ser el mayor temor de un ser humano, que Dios les bendiga.


2 comentarios:

reina nieto dijo...

Estamos orando y seguiremos orando para que todo se aclare. Y la verdad siempre triunfa y como dice el dicho la mentira puede correr 100 años y la verdad la alcanza en 5 minutos. Que Dios bendiga a su pueblo y lo libre de los lobos rapaces. Bendiciones Hno Cheyco la pelea es peleando como los buenos boxeadores

Rubén Dawson dijo...

Hasta este momento es que leo el articulo, y no hay nada mas agradable de leer, y que la feligresía entienda, que el poder absoluto, lo tienen las bases (el pleno de las iglesias), podrán querer hacer lo que quieran, pero el poder está en las bases. No estas solo mi hermano, cuentas con mi apoyo incondicional, y también con el apoyo de todos aquellos, que todas estas dicotomías desaparezcan. El Señor continué ayudándonos a seguir adelante. Bendiciones.

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