POR: CHEYCO CENTENO
Muchos hemos vivido en una generación de
cincuenta años, los cambios disruptivos, que han puesto a la verdad adventista
en tela de dudas. Desde siempre todas las religiones han sostenido tener la
absoluta verdad, para atraer a nuevos creyentes continuamente, sin embargo, la
iglesia adventista en 1863, rompió con todos los paradigmas y se salió del
molde universal que distingue a todas las demás religiones. Nadie dijo que
sería una iglesia perfecta, de hecho, una de sus fundadoras, la célebre
escritora y sierva del Señor, Elena de White, mencionó que la iglesia de Dios
no es perfecta, pero es la iglesia de Dios, y especial objeto de su cuidado.
Las doctrinas verdaderas de la iglesia
adventista, fundamentadas en las Sagradas Escrituras, han sido sutilmente
reemplazadas en los últimos cuarenta años, no solamente por un nuevo liderazgo,
sino también por los nuevos conversos que han aceptado estos cambios como la
absoluta verdad sin darse cuenta que, el Diablo ha ganado terreno en nuestro
medio, para crear la confusión y el caos en nuestra organización. No obstante,
esto es una realidad; Dios, como en todo tiempo, ha levantado atalayas para
sostener las murallas de la verdad para que no sean derribadas por argumentos
humanos, que den mayor credibilidad a las normas y reglamentos del hombre, por
encima de la palabra de Dios.
Uno de estos cambios ya es notable, y es
la visión de hombres atraídos por el dinero, que hacen creer a los hermanos en
el evangelio de la prosperidad como el resultado de la fidelidad, y por lo
tanto entre más damos, y entre más invertimos, más seremos bendecidos.
En el marco de los donativos que deben
sostener a la obra, se ha levantado una ola de dirigentes oligarcas, que
pretenden que los diezmos y parte de las ofrendas, un 40% en total, deben
ascender a las esferas administrativas, para que una minoría, ostente el
control y el poder de la mayoría del dinero de las finanzas de la iglesia, y
sea distribuido de forma acaparativa en la administración, como objeto de
planilla, no quedando prácticamente nada para el avance de la obra en los
departamentos que son el verdadero motor del evangelismo.
Nuestra iglesia, crea y reproduce
manuales y reglamentos, a conveniencia de los dirigentes, para poder blindarse
de los reclamos de los feligreses que ven como el acaparamiento financiero, ha
minado el trabajo misionero, poniendo cortapisas y obstáculos al avance de la obra
de predicación. La corrupción se ha apoderado tanto de la obra por medio de la
ambición, que como dice un viejo dicho coreano, “se han convertido en malvados,
porque han perdido la vergüenza”. Son predicadores falsos, llevando mensajes
subjetivos, a una feligresía, que se ha hundido en la ingenuidad, y han logrado
convencer de tal manera a muchos dirigentes de iglesias locales, que con
frecuencia los escuchamos decir frases como: “hermanos, no importa si se roban
el dinero, hay que seguir sosteniendo la obra” Dios se encargará de ellos,
¿Cuál obra? Una obra estéril que solo produce beneficios financieros para los
dirigentes, y para la gran mayoría de pastores que se han convertido en los
asalariados proféticos mencionados por la hermana White para el tiempo del fin.
Existe una pudredumbre administrativa
que muy pocos están dispuestos a confrontar, pero que, en el nombre de Dios,
tenemos que hacerlo. Nuestro propósito no es cambiar la iglesia, sino despertar
al remanente; a los adventistas siempre los distinguió una verdad, no una
organización y mucho menos corrompida por la ambición del dinero. No importa cuántos
proyectos evangelísticos ellos promuevan, hay un común denominador en la gran
mayoría, excepto para aquellos proyectos que internamente la iglesia debe
llevar a cabo, y aun así no funcionan, porque la prerrogativa de los líderes de
las iglesias locales, es no ofender a los dirigentes de la obra, así que actúan
limitados por sus conciencias, que se encuentran más comprometidas con los
hombres que con Dios.
El fariseísmo judaico, aparecería antes de
la segunda venida de Cristo; Dios está trabajando en el corazón de todos
nosotros, para que abramos los ojos a la verdad, los juicios de Dios se acercan
y para eso vino Jesús, para que los que no ven, vean, y para que los que ven,
sean cegados. Los dirigentes de las iglesias locales que apoyan los criterios
de estos dirigentes ambiciosos, han dejado de ver a Cristo y han puesto la
seguridad de su salvación en hombres comunes, que han monetizado todo para que,
en un sentido casi literal, sus bolsillos siempre estén repletos, aunque el
pueblo de Dios pase necesidad. Necesidad para construir sus templos, necesidad con
los pobres, necesidad con las viudas, carencia de recursos en la obra de
predicación, cualquiera que haya sido adventista desde hace más de treinta
años, sabe que la iglesia, aunque maleada ya por los nuevos cambios que se han
venido dando, aún conservaba algo de su pureza y sinceridad en sus dirigentes.
Pocos atalayas que ya han pasado al descanso, sostuvieron la verdad para el
remanente que Dios tiene en medio del pueblo adventista; aún quedan algunos que
Dios los sostiene y probablemente les dará fuerzas para también, poder alzar
sus voces para el último gran movimiento protestante que levantará con poder y
sin temor al remanente que Dios viene a buscar.
Muchos dirigentes con actitud casi
irónica y diabólica, tanto en las oficinas de la obra, como en las iglesias
locales, expresan sonrisas de burla contra quienes procuramos hacer que el
pueblo escuche el desagrado de Dios, por los eventos que se han manifestado en
los últimos tiempos. Dios ha extendido su misericordia, a estos dirigentes;
hemos apelado a sus consciencias y no han querido escuchar; el modus operandis
de Dios, siempre ha sido, enviar mensajeros por largo tiempo, para advertirles
de su mala conducta, pero la tolerancia de Dios también tiene sus límites, y ya
se está terminando, aunque entendemos también, que hay muchos que ya tienen
cauterizada la conciencia, y no hay más remedio para ellos, como dice el
consejo del testigo fiel, muchos realizarán confesiones demasiado tardías para
salvarse, pero los juicios de Dios serán sin misericordia, y Jeremías 31:3 ya
no estará más para ellos, pues para ellos el tiempo ya se ha terminado.
El formato contable y administrativo de
la organización, está contaminado por el estilo oligárquico y pagano en el
cual, el beneficio de las minorías está por encima del pueblo. Nos han tratado
como ignorantes en los últimos años, y a muchos líderes de iglesias locales,
les encanta esa posición, porque los defienden como si fueran dioses. Se han convertido en una élite
intelectual, comenzaron a pensar que tenían un plan que era mejor que cualquier
otro plan, han considerado que la libertad resulta peligrosa, y dicen: “si le
das libertad a la gente, puede suceder que probablemente no la usen con sentido
común como nosotros pensamos que deberían usarla, somos más listos que ellos y
por su propio bien debemos gobernarlos, así es como piensan nuestros actuales dirigentes.
En vista
de que el Diezmo y el 40% de las ofrendas, ya no les alcanza para vivir y
sostener los otros ministerios, que, de paso, los han multiplicado tanto que
ninguno logra hacer algo realmente destacable, han tenido que inventar diversas
formas de traer más capital, y esto ha sido, monetizandolo todo.
Han
desaparecido, los enormes y hermosos días de la hermandad, patrocinados por las
oficinas de antaño, los hermanos solo teníamos que hacernos presente y
disfrutar de conocer y compartir con muchos hermanos de diferentes
congregaciones, era una fiesta espiritual en la que todos podían participar, y
nadie tenía que pagar nada, en esos eventos se demostraba el poder de Dios, y
de la iglesia adventista. Los campamentos de clubes, no eran reuniones de
competencia y división, como se hace en la actualidad, en los cuales solo se
promueven el clasismo entre quienes se consideran los mejores clubes, y los
clubes que aún no han podido ganar un galardón. Han inventado congresos y
seminarios, en los que siempre está presente la parte financiera como prioridad
de los mismos, y no la salvación de las almas; para todo hay que pagar, para
los campamentos de cualquier índole, los congresos, los seminarios, y han
limitado la salvación únicamente a los hermanos pudientes que ingenuamente
siempre asisten a estos eventos, y siempre regresan diciendo, que hermoso, fue
una fiesta espiritual, sin recordar siquiera a todos aquellos que por falta de
recursos no pudieron asistir. Hay hermanos cuya conciencia está tan cauterizada
que tienen el coraje de decir, “Ay, pero es que cada uno tiene que hacer su
esfuerzo y ahorrar su dinerito para asistir”, cuando muchos no tienen ni que
llevar a sus mesas todos los días.
Todo hay
que pagarlo, y no es que nos guste que todo sea gratis, pero el propósito de la
obra es lograr que todos puedan participar de los beneficios de la salvación, y
la salvación es gratuita para nosotros, gracias a Cristo. Han hecho del
evangelio un negocio muy lucrativo, con la venta de pañoletas, ya ni siquiera
solo para los clubes, sino para diferentes departamentos, han creado una
industria textil de venta de camisetas para cada evento, cuando antes los
clubes se identificaban únicamente por su uniforme, venden toda clase de cosas,
introducen el famoso libro del año como una obligación, y la gran mayoría del
tiempo estos libros son intrascendentes en el evangelismo, pero económicamente
rentables para ellos, ya que el diezmo y las ofrendas solo alcanzan para pagar
las planillas. Hay asuntos en los cuales ni siquiera podemos especular, como, por
ejemplo: ¿cómo se utilizan los ingresos de estos negocios alternativos, si no
son diezmos ni ofrendas? ¡Aaaah! Esta es la gran pregunta.
Han
adoctrinado a toda nuestra comunidad religiosa; el inconsciente colectivo de la
feligresía actual, ha sido permeado por conceptos corporativos para el
sostenimiento de la obra, y los lujos y comodidades que un ministro no se podía
permitir antes, son el pan de cada día. La mayoría no sabemos de sus planes,
porque se reúnen a puertas cerradas en reuniones secretas para debatir sus
intereses, entonces como un mecanismo de relojería sus planes comienzan a
aparecer en los medios de comunicación de la iglesia, púlpitos, finanzas,
negocios y acciones… Las disposiciones restrictivas impuestas a la feligresía,
hacen que todos teman más a los dirigentes que a Dios mismo.
La
sinvergüenzura ya es un estilo de vida, le estrategia de monetizarlo todo, ha
quitado el poder al evangelio, y sin ánimo de ofender, nos hacen parecer tontos
pagando todo aquello en lo que antes no se hacía, para poder participar. Los
colegios, los gimnasios, los auditorios, los campamentos, que son en realidad
propiedad de la hermandad, son instrumentos de generación de capital extra para
ellos; cuando antes, no se nos cobraba para hacer eventos o reuniones sociales
en nuestros establecimientos, ahora no solamente los construimos con los aportes,
sino que nos cobran para poder utilizarlos.
La lección
de escuela sabática de este trimestre no es nada más que, un manual de
adoctrinamiento, solo enfila sus cañones a la feligresía, pero usa muchos
argumentos para proteger la descaradez de quienes administran los fondos de la
obra, usando Malaquías 3:10 como el fundamento de la razón para los donativos.
No obstante, la lección de escuela sabática es el corazón de este mismo
segmento, no es casual sino causal que, en estos momentos mayordomía sea el
tema principal, ante la caída de los diezmos y ofrendas, producto de la
conducta administrativa de los dirigentes que ya han dejado bien claro que el
dinero tiene más valor para ellos, que las almas.
No hay
diálogo, no hay explicaciones, no tienen fundamentos para sostener de manera
contable ni matemáticamente que no ha pasado nada más en Panamá, y que solo
hubo un involucrado en los incidentes vergonzosos en nuestra obra. Todas las
oficinas deberían ser exhaustivamente auditadas, porque todas tiene el mismo
esquema administrativo, por lo cual les reto a presentar sus presupuestos
salariales como el revelado por la revista Adventist Today acerca de la
Asociación Metropolitana de Panamá. Nunca jamás en la historia han presentado
las planillas en los informes, ni anuales ni cuadrienales, por cuestiones de
conveniencia.
Cómo es
posible que el 7 de enero, se dijo que darían un informe de la auditoría de la
Asociación Metropolitana a toda la hermandad, pero la mayoría no sabe nada aún.
Sin embargo, la molestia por lo publicado por Adventist Today, quienes, sí
emitieron un comunicado adverso para ellos, tengan el coraje de decir que son
ataques infundados, si la carga de la prueba ya es pública. Habría que
preguntar mejor: ¿por qué no dan un informe abierto por internet como hacen con
las grandes programaciones? Para que toda la hermandad se entere y tenga la
oportunidad de cuestionar, las evidentes inconsistencias reflejadas por las
pruebas publicadas.
Hace
algunos años, un pastor adventista llamado Ernie Knoll, fue excluido de nuestra
congregación, solo por decir que había soñado, que las oficinas de la
Conferencia General y todas sus filiales, se incendiaban de manera literal.
Estos comentarios, lo llevaron a muchos debates proféticos acerca de que si en
estos tiempos, ya no habría más epifanías reveladoras fuera de las inspiradas a
la sierva del Señor; sin embargo, todo esto nos hace considerar que estas
prácticas inmorales son, el fuego extraño que ha profanado el templo de Dios y
se ha introducido en las esferas administrativas, y que se está convirtiendo en
un incendio, que probablemente Dios utilizará para purificar el Santuario de una
obra sacerdotal maligna, como la que estamos viviendo en Panamá.

2 comentarios:
Esa siempre fue mi pregunta: Si la asociación, union, misión manda a auditar a las iglesias y a sus tesoreros una vez al año como es posible que ellos no nos rindan cuentas a nosotros (siendo transparentes en como se administran) los que sostenemos la obra (y la organización) con nuestros diezmos y parte de nuestra ofrenda.
Yo siempre he sido crítico en que nos obligan a plantar nuevas iglesias (que es nuestra misión no lo dudo) pero que todo el dinero salga de la "iglesia madre" incluso si hay que comprar un terreno o una casa para convertila en templo (que posteriormente pasará a nombre de la organización) sin ellos por lo menos ayudar en una parte co. Los gastos de implementar esta nueva iglesia.
Y no que hay un apartado Avance nacional ? O algo así?
Cuando fue la última vez que hayan visto o escuchado que la organización ayudó a levantar una nueva iglesia ?
Totalmente de acuerdo contigo mi hermano, no tienes idea cuanto añoro los días de hermandad, pero despejando toda duda, aun como iglesia no entendemos que ellos (los dirigentes), se deben a nosotros, es la hermandad fiel, que devuelve sus diezmos y ofrendas, la hermandad es la pieza principal en este asunto, por lo tanto ellos, los líderes, se deben a la misma, mostrando informes totalmente prístinos de acorde a las normas de contabilidad, generalmente aceptadas. Pero nooooo, imaginense ustedes, se dan la gran vida, a costillas de la hermandad, y me consta pues el Presidente de la Unión Panameña, Pr. José Degracia, dándose la gran vida, en un almuerzo en un restaurante en Costa Verde, Panamá Oeste, en día sábado, con su esposa, hijos, y algunos conocidos, en pleno sábado. Imagínense ustedes, sábado, almorzando en restaurante. En fin, mientras como pueblo, no hagamos, lo que debemos hacer, se cumplirá aquel eslogan que dice: Los pueblos tienen los gobernantes, que se merecen. Bendiciones.
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