Seguidores

domingo, 5 de febrero de 2023

MONETIZANDO TODO


POR: CHEYCO CENTENO 

        Muchos hemos vivido en una generación de cincuenta años, los cambios disruptivos, que han puesto a la verdad adventista en tela de dudas. Desde siempre todas las religiones han sostenido tener la absoluta verdad, para atraer a nuevos creyentes continuamente, sin embargo, la iglesia adventista en 1863, rompió con todos los paradigmas y se salió del molde universal que distingue a todas las demás religiones. Nadie dijo que sería una iglesia perfecta, de hecho, una de sus fundadoras, la célebre escritora y sierva del Señor, Elena de White, mencionó que la iglesia de Dios no es perfecta, pero es la iglesia de Dios, y especial objeto de su cuidado.

        Las doctrinas verdaderas de la iglesia adventista, fundamentadas en las Sagradas Escrituras, han sido sutilmente reemplazadas en los últimos cuarenta años, no solamente por un nuevo liderazgo, sino también por los nuevos conversos que han aceptado estos cambios como la absoluta verdad sin darse cuenta que, el Diablo ha ganado terreno en nuestro medio, para crear la confusión y el caos en nuestra organización. No obstante, esto es una realidad; Dios, como en todo tiempo, ha levantado atalayas para sostener las murallas de la verdad para que no sean derribadas por argumentos humanos, que den mayor credibilidad a las normas y reglamentos del hombre, por encima de la palabra de Dios.

        Uno de estos cambios ya es notable, y es la visión de hombres atraídos por el dinero, que hacen creer a los hermanos en el evangelio de la prosperidad como el resultado de la fidelidad, y por lo tanto entre más damos, y entre más invertimos, más seremos bendecidos.

        En el marco de los donativos que deben sostener a la obra, se ha levantado una ola de dirigentes oligarcas, que pretenden que los diezmos y parte de las ofrendas, un 40% en total, deben ascender a las esferas administrativas, para que una minoría, ostente el control y el poder de la mayoría del dinero de las finanzas de la iglesia, y sea distribuido de forma acaparativa en la administración, como objeto de planilla, no quedando prácticamente nada para el avance de la obra en los departamentos que son el verdadero motor del evangelismo.

        Nuestra iglesia, crea y reproduce manuales y reglamentos, a conveniencia de los dirigentes, para poder blindarse de los reclamos de los feligreses que ven como el acaparamiento financiero, ha minado el trabajo misionero, poniendo cortapisas y obstáculos al avance de la obra de predicación. La corrupción se ha apoderado tanto de la obra por medio de la ambición, que como dice un viejo dicho coreano, “se han convertido en malvados, porque han perdido la vergüenza”. Son predicadores falsos, llevando mensajes subjetivos, a una feligresía, que se ha hundido en la ingenuidad, y han logrado convencer de tal manera a muchos dirigentes de iglesias locales, que con frecuencia los escuchamos decir frases como: “hermanos, no importa si se roban el dinero, hay que seguir sosteniendo la obra” Dios se encargará de ellos, ¿Cuál obra? Una obra estéril que solo produce beneficios financieros para los dirigentes, y para la gran mayoría de pastores que se han convertido en los asalariados proféticos mencionados por la hermana White para el tiempo del fin.

        Existe una pudredumbre administrativa que muy pocos están dispuestos a confrontar, pero que, en el nombre de Dios, tenemos que hacerlo. Nuestro propósito no es cambiar la iglesia, sino despertar al remanente; a los adventistas siempre los distinguió una verdad, no una organización y mucho menos corrompida por la ambición del dinero. No importa cuántos proyectos evangelísticos ellos promuevan, hay un común denominador en la gran mayoría, excepto para aquellos proyectos que internamente la iglesia debe llevar a cabo, y aun así no funcionan, porque la prerrogativa de los líderes de las iglesias locales, es no ofender a los dirigentes de la obra, así que actúan limitados por sus conciencias, que se encuentran más comprometidas con los hombres que con Dios.

        El fariseísmo judaico, aparecería antes de la segunda venida de Cristo; Dios está trabajando en el corazón de todos nosotros, para que abramos los ojos a la verdad, los juicios de Dios se acercan y para eso vino Jesús, para que los que no ven, vean, y para que los que ven, sean cegados. Los dirigentes de las iglesias locales que apoyan los criterios de estos dirigentes ambiciosos, han dejado de ver a Cristo y han puesto la seguridad de su salvación en hombres comunes, que han monetizado todo para que, en un sentido casi literal, sus bolsillos siempre estén repletos, aunque el pueblo de Dios pase necesidad. Necesidad para construir sus templos, necesidad con los pobres, necesidad con las viudas, carencia de recursos en la obra de predicación, cualquiera que haya sido adventista desde hace más de treinta años, sabe que la iglesia, aunque maleada ya por los nuevos cambios que se han venido dando, aún conservaba algo de su pureza y sinceridad en sus dirigentes. Pocos atalayas que ya han pasado al descanso, sostuvieron la verdad para el remanente que Dios tiene en medio del pueblo adventista; aún quedan algunos que Dios los sostiene y probablemente les dará fuerzas para también, poder alzar sus voces para el último gran movimiento protestante que levantará con poder y sin temor al remanente que Dios viene a buscar.

        Muchos dirigentes con actitud casi irónica y diabólica, tanto en las oficinas de la obra, como en las iglesias locales, expresan sonrisas de burla contra quienes procuramos hacer que el pueblo escuche el desagrado de Dios, por los eventos que se han manifestado en los últimos tiempos. Dios ha extendido su misericordia, a estos dirigentes; hemos apelado a sus consciencias y no han querido escuchar; el modus operandis de Dios, siempre ha sido, enviar mensajeros por largo tiempo, para advertirles de su mala conducta, pero la tolerancia de Dios también tiene sus límites, y ya se está terminando, aunque entendemos también, que hay muchos que ya tienen cauterizada la conciencia, y no hay más remedio para ellos, como dice el consejo del testigo fiel, muchos realizarán confesiones demasiado tardías para salvarse, pero los juicios de Dios serán sin misericordia, y Jeremías 31:3 ya no estará más para ellos, pues para ellos el tiempo ya se ha terminado.

        El formato contable y administrativo de la organización, está contaminado por el estilo oligárquico y pagano en el cual, el beneficio de las minorías está por encima del pueblo. Nos han tratado como ignorantes en los últimos años, y a muchos líderes de iglesias locales, les encanta esa posición, porque los defienden como si fueran dioses. Se han convertido en una élite intelectual, comenzaron a pensar que tenían un plan que era mejor que cualquier otro plan, han considerado que la libertad resulta peligrosa, y dicen: “si le das libertad a la gente, puede suceder que probablemente no la usen con sentido común como nosotros pensamos que deberían usarla, somos más listos que ellos y por su propio bien debemos gobernarlos, así es como piensan nuestros actuales dirigentes.

         En vista de que el Diezmo y el 40% de las ofrendas, ya no les alcanza para vivir y sostener los otros ministerios, que, de paso, los han multiplicado tanto que ninguno logra hacer algo realmente destacable, han tenido que inventar diversas formas de traer más capital, y esto ha sido, monetizandolo todo.

         Han desaparecido, los enormes y hermosos días de la hermandad, patrocinados por las oficinas de antaño, los hermanos solo teníamos que hacernos presente y disfrutar de conocer y compartir con muchos hermanos de diferentes congregaciones, era una fiesta espiritual en la que todos podían participar, y nadie tenía que pagar nada, en esos eventos se demostraba el poder de Dios, y de la iglesia adventista. Los campamentos de clubes, no eran reuniones de competencia y división, como se hace en la actualidad, en los cuales solo se promueven el clasismo entre quienes se consideran los mejores clubes, y los clubes que aún no han podido ganar un galardón. Han inventado congresos y seminarios, en los que siempre está presente la parte financiera como prioridad de los mismos, y no la salvación de las almas; para todo hay que pagar, para los campamentos de cualquier índole, los congresos, los seminarios, y han limitado la salvación únicamente a los hermanos pudientes que ingenuamente siempre asisten a estos eventos, y siempre regresan diciendo, que hermoso, fue una fiesta espiritual, sin recordar siquiera a todos aquellos que por falta de recursos no pudieron asistir. Hay hermanos cuya conciencia está tan cauterizada que tienen el coraje de decir, “Ay, pero es que cada uno tiene que hacer su esfuerzo y ahorrar su dinerito para asistir”, cuando muchos no tienen ni que llevar a sus mesas todos los días.

         Todo hay que pagarlo, y no es que nos guste que todo sea gratis, pero el propósito de la obra es lograr que todos puedan participar de los beneficios de la salvación, y la salvación es gratuita para nosotros, gracias a Cristo. Han hecho del evangelio un negocio muy lucrativo, con la venta de pañoletas, ya ni siquiera solo para los clubes, sino para diferentes departamentos, han creado una industria textil de venta de camisetas para cada evento, cuando antes los clubes se identificaban únicamente por su uniforme, venden toda clase de cosas, introducen el famoso libro del año como una obligación, y la gran mayoría del tiempo estos libros son intrascendentes en el evangelismo, pero económicamente rentables para ellos, ya que el diezmo y las ofrendas solo alcanzan para pagar las planillas. Hay asuntos en los cuales ni siquiera podemos especular, como, por ejemplo: ¿cómo se utilizan los ingresos de estos negocios alternativos, si no son diezmos ni ofrendas? ¡Aaaah! Esta es la gran pregunta.

         Han adoctrinado a toda nuestra comunidad religiosa; el inconsciente colectivo de la feligresía actual, ha sido permeado por conceptos corporativos para el sostenimiento de la obra, y los lujos y comodidades que un ministro no se podía permitir antes, son el pan de cada día. La mayoría no sabemos de sus planes, porque se reúnen a puertas cerradas en reuniones secretas para debatir sus intereses, entonces como un mecanismo de relojería sus planes comienzan a aparecer en los medios de comunicación de la iglesia, púlpitos, finanzas, negocios y acciones… Las disposiciones restrictivas impuestas a la feligresía, hacen que todos teman más a los dirigentes que a Dios mismo.

         La sinvergüenzura ya es un estilo de vida, le estrategia de monetizarlo todo, ha quitado el poder al evangelio, y sin ánimo de ofender, nos hacen parecer tontos pagando todo aquello en lo que antes no se hacía, para poder participar. Los colegios, los gimnasios, los auditorios, los campamentos, que son en realidad propiedad de la hermandad, son instrumentos de generación de capital extra para ellos; cuando antes, no se nos cobraba para hacer eventos o reuniones sociales en nuestros establecimientos, ahora no solamente los construimos con los aportes, sino que nos cobran para poder utilizarlos.

         La lección de escuela sabática de este trimestre no es nada más que, un manual de adoctrinamiento, solo enfila sus cañones a la feligresía, pero usa muchos argumentos para proteger la descaradez de quienes administran los fondos de la obra, usando Malaquías 3:10 como el fundamento de la razón para los donativos. No obstante, la lección de escuela sabática es el corazón de este mismo segmento, no es casual sino causal que, en estos momentos mayordomía sea el tema principal, ante la caída de los diezmos y ofrendas, producto de la conducta administrativa de los dirigentes que ya han dejado bien claro que el dinero tiene más valor para ellos, que las almas.

         No hay diálogo, no hay explicaciones, no tienen fundamentos para sostener de manera contable ni matemáticamente que no ha pasado nada más en Panamá, y que solo hubo un involucrado en los incidentes vergonzosos en nuestra obra. Todas las oficinas deberían ser exhaustivamente auditadas, porque todas tiene el mismo esquema administrativo, por lo cual les reto a presentar sus presupuestos salariales como el revelado por la revista Adventist Today acerca de la Asociación Metropolitana de Panamá. Nunca jamás en la historia han presentado las planillas en los informes, ni anuales ni cuadrienales, por cuestiones de conveniencia.

         Cómo es posible que el 7 de enero, se dijo que darían un informe de la auditoría de la Asociación Metropolitana a toda la hermandad, pero la mayoría no sabe nada aún. Sin embargo, la molestia por lo publicado por Adventist Today, quienes, sí emitieron un comunicado adverso para ellos, tengan el coraje de decir que son ataques infundados, si la carga de la prueba ya es pública. Habría que preguntar mejor: ¿por qué no dan un informe abierto por internet como hacen con las grandes programaciones? Para que toda la hermandad se entere y tenga la oportunidad de cuestionar, las evidentes inconsistencias reflejadas por las pruebas publicadas.

         Hace algunos años, un pastor adventista llamado Ernie Knoll, fue excluido de nuestra congregación, solo por decir que había soñado, que las oficinas de la Conferencia General y todas sus filiales, se incendiaban de manera literal. Estos comentarios, lo llevaron a muchos debates proféticos acerca de que si en estos tiempos, ya no habría más epifanías reveladoras fuera de las inspiradas a la sierva del Señor; sin embargo, todo esto nos hace considerar que estas prácticas inmorales son, el fuego extraño que ha profanado el templo de Dios y se ha introducido en las esferas administrativas, y que se está convirtiendo en un incendio, que probablemente Dios utilizará para purificar el Santuario de una obra sacerdotal maligna, como la que estamos viviendo en Panamá.  

 

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Esa siempre fue mi pregunta: Si la asociación, union, misión manda a auditar a las iglesias y a sus tesoreros una vez al año como es posible que ellos no nos rindan cuentas a nosotros (siendo transparentes en como se administran) los que sostenemos la obra (y la organización) con nuestros diezmos y parte de nuestra ofrenda.
Yo siempre he sido crítico en que nos obligan a plantar nuevas iglesias (que es nuestra misión no lo dudo) pero que todo el dinero salga de la "iglesia madre" incluso si hay que comprar un terreno o una casa para convertila en templo (que posteriormente pasará a nombre de la organización) sin ellos por lo menos ayudar en una parte co. Los gastos de implementar esta nueva iglesia.
Y no que hay un apartado Avance nacional ? O algo así?
Cuando fue la última vez que hayan visto o escuchado que la organización ayudó a levantar una nueva iglesia ?

Rubén Dawson dijo...

Totalmente de acuerdo contigo mi hermano, no tienes idea cuanto añoro los días de hermandad, pero despejando toda duda, aun como iglesia no entendemos que ellos (los dirigentes), se deben a nosotros, es la hermandad fiel, que devuelve sus diezmos y ofrendas, la hermandad es la pieza principal en este asunto, por lo tanto ellos, los líderes, se deben a la misma, mostrando informes totalmente prístinos de acorde a las normas de contabilidad, generalmente aceptadas. Pero nooooo, imaginense ustedes, se dan la gran vida, a costillas de la hermandad, y me consta pues el Presidente de la Unión Panameña, Pr. José Degracia, dándose la gran vida, en un almuerzo en un restaurante en Costa Verde, Panamá Oeste, en día sábado, con su esposa, hijos, y algunos conocidos, en pleno sábado. Imagínense ustedes, sábado, almorzando en restaurante. En fin, mientras como pueblo, no hagamos, lo que debemos hacer, se cumplirá aquel eslogan que dice: Los pueblos tienen los gobernantes, que se merecen. Bendiciones.

Publicar un comentario